Jesulín de Ubrique se derrumba tras confirmarse que sufre un problema coronario

Jesulín de Ubrique no está atravesando su mejor momento. Permanece atento a la evolución -lenta pero segura- de María José Campanario, pero él también está sufriendo las consecuencias de la incertidumbre y el nerviosismo. Aunque había decidido no tener ninguna corrida este verano (entre otros motivos para permanecer cerca de su mujer), el pasado fin de semana toreó en un pequeño pueblo de Ávila porque el festival fue contratado a principios de año. Lo que se prometía una tarde distendida y atractiva para los forofos del arte taurino, acabó en abucheos y gritos. Jesulín abandonaba el ruedo tras sufrir un vahído que se convirtió en lipotimia al llegar a enfermería. 

Aunque en un primer momento los médicos creyeron que se trataba de un simple golpe de calor, no ha sido hasta hace unas horas cuando el diagnóstico ha arrojado la verdad sobre el estado de salud del torero. La periodista Carmen Pardo publica en La Razón que Jesulín sufre una arritmia, a consecuencia del estrés de los últimos tiempos. Una dolencia habitual, pero preocupante e inesperada, que debe ser tratada correctamente para evitar que acabe en infarto o angina de pecho. Los facultativos le han recomendado que haga una vida mucho más tranquila, sin excesivos sobresaltos y, ante todo, que intente restar importancia a los asuntos que ahora le preocupan. 

Este "susto" coincide con la publicación en la revista Pronto de una información que asegura que tanto Jesús como su hija Andrea están muy contentos y expectantes ante la reunión que mantendrán próximamente para acercar posturas. Es una charla que el torero quería mantener con ella cuando alcanzara la mayoría de edad y que, tal vez, cambie el rumbo de los acontecimientos.