España se enchufa al híbrido

Las ventas de híbridos enchufables suben en España un 54,5% en 2015. Mayoritariamente modelos alemanes y premium. Sin embargo, el líder es de origen japonés y está basado en una carrocería tipo SUV.  A diferencia de los híbridos normales, su uso en modo eléctrico es más duradero gracias a unas baterías más grandes que se recargan a través de un enchufe de luz. La autonomía depende en última instancia de un motor tradicional.

¿Qué es un híbrido enchufable?
Son coches que siguen siempre el mismo patrón: uno (o varios) motores eléctricos, un motor de combustión interna (gasolina, aunque también los hay diésel), una batería y un punto de recarga externa.

¿Qué los distingue de los híbridos normales?
Principalmente, que pueden recargarse con un enchufe. Además las baterías son más grandes y como consecuencia, pueden funcionar en modo cien por cien eléctrico en recorridos más largos: alrededor de los 50 kilómetros, mientras que un híbrido estándar apenas ofrece dos de conducción eléctrica.

¿Qué los distingue de los eléctricos puros?
Básicamente, los híbridos enchufables disponen de una mayor autonomía total (y real) al combinar las bondades de un motor eléctrico con las de un motor de combustión interna en labores de propulsión. Los eléctricos puros dependen cien por cien de una toma de carga, y ya sabemos que, casas unifamiliares o parking de trabajo aparte, los puntos habilitados en la ciudad escasean o su funcionamiento es mejorable. Finalmente, la autonomía de los eléctricos es superior a la de los híbridos enchufables en modo eléctrico: en torno a los 200 kilómetros (los Tesla y sus supercargadores, más si cabe).

¿Por qué no hay que temerlos?
En la práctica, un híbrido enchufable funciona igual que cualquier otro coche convencional. No tienen cambio manual y se arrancan por botón (no con llave). Una vez pulsas éste, la principal diferencia es el absoluto silencio de marcha al arrancar en eléctrico. Ya lanzados, el conductor puede intervenir levemente sobre el sistema mediante programas que regulan la respuesta de los motores. En el cuadro de instrumentos, el cuentarrevoluciones se sustituye por un potenciómetro que indica si estás recuperando energía, realizando una conducción eficiente o aprovechando todo el potencial mecánico.

¿Cómo se recargan?
La recarga de las baterías tampoco debe temerse. Como cualquier otro electrodoméstico que se enchufa a la luz, es completamente segura. De fábrica, los híbridos enchufables vienen con un cargador que se enchufa a una toma doméstica, con la idea de que el cliente realice esta carga en su casa o en su trabajo. El tiempo de carga total ronda las ocho horas. Hay cargadores más potentes, que necesitan de instalación adicional en el punto habitual de carga, que reducen la espera a unas tres horas. Y por último está el sistema de carga rápida, habilitada en puntos concretos como centros comerciales, que en media hora carga al 80% las baterías.

Particularidades:
- Los híbridos enchufables pueden confundirse con los denominados vehículos eléctricos de autonomía extendida. Sin entrar en muchos detalles, la principal diferencia es que los segundos cuentan con un motor de combustión que sólo alimenta las baterías y por lo tanto actúa como apoyo del sistema eléctrico para aumentar su autonomía.

- No todos funcionan igual. El esquema inicial es común, pero cada modelo y fabricante tienen sus propias características de uso y combinación entre las unidades de potencia. Por ejemplo, un A3 e-tron puede ir a fondo en modo eléctrico; un Outlander PHEV al superar los 120 km/h, pone en marcha el motor de gasolina. Y si estos dos utilizan motores de gasolina, el Q7 e-tron que lanza Audi en primavera apuesta por un turbodiésel de seis cilindros.

- Ojo con la homologación. Los híbridos enchufables menos potentes (sobre los 200 CV), favorecidos por las condiciones de homologación, prometen cifras inferiores a los 2 l/100 km. En el día a día, este dato es superior. ¿Cuánto? Dependerá de los kilómetros totales recorridos, las posibilidades de recarga de cada uno, etc.

¿Cuándo merece la pena comprar?
Los híbridos enchufables pueden interesar a clientes que tengan rutas prefijadas en su día a día (de su casa al trabajo, pasando por el colegio de los niños, y vuelta a casa) y dispongan de un punto de carga bien en sus domicilios o trabajo; sin por ello renunciar a la posibilidad de realizar un viaje en familia los fines de semana ni temer el agotamiento de las baterías. Los precios, cada vez más competitivos, gracias en parte a los incentivos gubernamentales.

¿Qué modelos se venden en España?
En 2015 había 14 modelos híbridos enchufables en España, cifra que aumentará en 2016 con la llegada de los BMW 330e, Volvo XC90 T8 Twin Engine o Audi Q7 e-tron, por citar tres casos. El sólido líder es el Mitsubishi Outlander PHEV con 389 matriculaciones, un 44,1% más que en 2014 gracias a un precio muy competitivo, incluso inferior al del Outlander diésel.

Segundo y tercero son los Audi A3 e-tron y Volkswagen Golf GTE,  ambos superando el centenar de entregas. El resto de vehículos con esta tecnología pertenece a la estirpe de gamas exclusivas y precios prohibitivos: Porsche Cayenne E-Hybrid, BMW i8, BMW X5 xDrive40e, Porsche Panamera E-Hybrid, Mercedes S Plug-In Hybrid, Volvo V60 PHEV, Mercedes C Plug-In Hybrid, Porsche 918 o Volkswagen XL1.

Son cifras de ventas todavía modestas en relación a los híbridos tradicionales. El líder de éstos, el Toyota Auris HSD matriculó 7.622 unidades; segundo fue el Toyota Yaris HSD (4.429) y tercero el Lexus NX 300h (2.050). Con los eléctricos puros, los números son algo más parejos. Los tres primeros, smart fortwo, Nissan Leaf y Renault Zoe vendieron 388, 344 y 312 coches, respectivamente.