| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El Mar Menor listo para recibir la Semana Santa

Tras diversas polémicas por el estado de sus aguas y su litoral, La Manga del Mar Menor goza de un estado óptimo de sus recursos naturales para que los visitantes puedan disfrutar al 100%.

| ESdiario Viajar

Siempre ha sido necesario buscar un modelo sostenible para la comarca del Campo de Cartagena que aporte soluciones a la contaminación del Mar Menor. El Ministerio de Medio Ambiente y la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia se pusieron manos a la obra hace un año para atajar la degradación que la parte más conocida de la Costa Cálida estaba sufriendo a consecuencia de la influencia de sectores como el urbanismo, la minería, los puertos deportivos o la agricultura.

El desarrollo de esta zona de importante afluencia turística puede y debe ser compatible con un estado favorable de conservación en el Mar Menor, que es una joya natural, siempre y cuando se apliquen las medidas adecuadas de producción limpia en origen, y se pongan en práctica soluciones reales (filtros verdes, plantas de desnitrificación, setos, etc) en el tratamiento de las aguas de drenaje y salmueras, evitando la contaminación de acuíferos y cauces que drenan hacia sus aguas y las del Mediterráneo.

La Manga del Mar Menor tiene así ahora su singular laguna en un estado óptimo para recibir a los visitantes en todo su esplendor, con las playas en un perfecto estado de revista tras los últimos temporales que han padecido. Este capricho de la naturaleza, que proviene de sedimentos que los ríos han ido depositando desde la época del cuaternario, resiste así una vez más los embistes que la acción humana le propicia y de cara a las próximas vacaciones de Semana Santa tiene su singular paisaje salpicado de balnearios e islas volcánicas con todo preparado para el disfrute.

 

A las fiestas religiosas de estas fechas La Manga del Mar Menor suma tradiciones como la de los piratas berberiscos de Morato Arráez, que hace cinco siglos asediaban sus codiciadas playas y que ahora se recrea con desembarco y mercado medieval incluidos; rincones singulares como La Mota o el hecho de que es un destino inigualable para la práctica de deportes náuticos, ya que su ola corta permite la práctica más segura durante casi todos los días del año. El buceo en sus aguas también es uno de los más codiciados de nuestro litoral. 

El especial ecosistema de esta zona de costa hace además que sus aguas tengan un alto componente medicinal, no en vano sus balnearios vivieron una época de oro a principios del siglo pasado, y el de Cruz de Levante en La Ribera o el de Las Monjas en Lo Pagan siguen dando buena fe de ello. La gastronomía, un valor fundamental a la hora de atraer turistas a cualquier zona geográfica, tiene también su peso en esta costa, y la lonja de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, que agrupa a los más de 200 pescadores del Mar Menor, es un lugar de visita obligada durante su subasta mañanera de pescado, un gran reclamo en el que encontrar el menú del día.

 

El caldero es el plato estrella a orillas del Mar Menor. Este arroz que hacían los pescadores con la captura del día tiene en el majao de la ñora y los ajos, la fritada de verduras de Km. 0 y la frescura del pescado su gran secreto, junto con la paciencia del chup,chup como aliada claro. De acompañamiento un vino blanco bien frío, y si tenemos que elegir un comedor para ello, los entendidos recomiendan La Encarnación, un restaurante en el que ya disfrutaba de este plato Alfonso XIII, acompañado de buen alioli casero claro. Al llegar la noche la oferta de ocio es inacabable en este idílico destino de la Murcia más turística, bien sea en un ambiente más tranquilo para admirar puestas de sol inolvidables como el del Puerto de Tomás Maestre, en la animada “curva” de Lo Pagan para tomar una primera copa o en la meca de toda la zona, Cabo de Palos, para quemar los últimos cartuchos nocturnos.