¿Por qué Pelayo Díaz cae tan mal? Al descubierto los verdaderos motivos

Es uno de los coach estrella del programa Cambiame de Telecinco en el que Carlota Corredera ejerce de hada madrina. Pero Pelayo cae mal. Se percibe en las redes sociales donde, día tras día, el ex del diseñador David Delfín es criticado y puesto en entredicho. Se le cuestiona todo. ¿Por qué? El asturiano parece nadar cómodo en un mar plagado de insultos y polémicas. Se desenvuelve bien en un ambiente hostil que lo fue todavía más cuando Marta Torné dejó el formato en manos de la ex directora de Sálvame. Todo un batiburrillo de desencuentros que le han llevado a ser uno de los personajes más odiados de la pequeña pantalla.

La última de las polémicas que ha protagonizado tiene como inicio unas declaraciones en las que Pelayo se posicionaba al lado del uso de pieles animales para la confección de prendas para vestir: "Me encantan las pieles, muertas, vivas o en abrigos", dijo con tono sarcástico. No pasó mucho tiempo hasta que las asociaciones y protectoras de animales pusieron el grito en el cielo. Incluso Frank Cuesta quiso dedicarle un vídeo explicando cómo se matan los animales para la obtención de su piel. Pelayo ha pedido perdón: "Me ha abierto los ojos", ha reconocido. Pero su paseo por el mundo de la fama le ha aportado también importantes ingresos. 

Otro de los puntos de desencuentro es, precisamente, la rentabilidad que Pelayo está sacando de su fama. Los haters del estilista arremetieron contra él después de descubrir que impartía masterclass para convertirte en un influencer a 1.500 euros. Una cifra desorbitada que le llevó a suspender, en más de una ocasión, las citas anunciadas. Los maledicentes advierten que porque nadie quiso acudir a su convocatoria. Pero como todo famoso, también en su propia profesión recibe fuertes críticas.

El estilista de las estrellas, Víctor Blanco, ha criticado ferozmente a Pelayo en sus redes sociales. Sobre todo después de que hiciera unas declaraciones contra todas las famosas nacionales que decidían vestir con diseños internacionales en los Premios Goya. Con mucha educación, Blanco sostuvo la libertad de las actrices para escoger el vestuario que consideraban. 

Visto lo visto, no nos extraña que le cueste tanto empatizar con el gran público. Sobre todo porque, en ocasiones, los estilismos que presenta en televisión parecen más bien un insulto a la moda. Cuestión de parecer.