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Vázquez se lleva el más amargo correctivo de humildad de los últimos tiempos
Sobredosis de realidad la que acaba de recibir el presentador fetiche de Telecinco que todo lo que tocaba convertía en oro. Parece que las cosas han cambiado y se han disparado las alarmas.
No hay manera. Por más vueltas que le da al formato Telecinco desde que arrancó la 17 edición de Gran Hermano no hay forma de que cuaje y se dispare en los audímetros como venía siendo habitual en las 16 ediciones anteriores.
Los expertos en medios debaten si el cambio de presentador ha sido determinante o si es que el formato está agotado, pero lo cierto es que desde que Jorge Javier Vázquez asumió los mandos de las Galas en sustitución de Mercedes Milá el reality más veterano de la televisión española no ha vuelto a ser el mismo. La cosa tiene su aquel porque hasta ahora todo lo que tocaba el presentador fetiche de Telecinco lo convertía en oro. Jorge Javier era el rey Midas de Mediaset.
Sin embargo, este jueves la Gala de Gran Hermano volvió a flaquear y a disparar todas las alarmas en la cadena de Fuencarral. Gran Hermano 17 hizo un 18.6% y Águila Roja un 16.6%. Hasta aquí bien. Pero en competencia directa la cosa cambia porque La Uno registró un 17.3% frente al 14.8% de Telecinco y el 12.4% de Pesadilla en la cocina en La Sexta.
Además, en access prime time, Gran Hermano Express hizo un 11% mientras que El Hormiguero le daba a Antena 3 un 13.4% y El Intermedio hacía lo propio en La Sexta con un 11.7%.
