| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La Comunidad utiliza el 90% de los lodos depurados para la agricultura

| J.M.F. Edición Valencia

La reutilización se ha convertido en el santo y seña de los agricultores valencianos. Si la Comunidad Valenciana es un ejemplo histórico de gestión sostenible del agua con la apuesta por la depuración y reutilización de aguas regeneradas, también lo es en el uso de fertilizantes por el aprovechamiento de lodos de depuradora.

El 90% de la producción de lodos  tiene un uso agrícola, el 84 % por aplicación directa al terreno y un 6% previo proceso de compostaje. De este modo lo que es un residuo, y por tanto un problema, se convierte en un recurso que genera un beneficio al permitir su incorporación a los ciclos naturales de la materia y la energía. Según la EPSAR, durante el año 2016 se ha realizado la aplicación directa en agricultura de un total de 308.546 toneladas, en 3.522 parcelas, con una extensión de 15.538 hectáreas.

La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural acaba de dictar  las condiciones de utilización en suelos agrarios de los lodos procedentes de depuración. La norma tiene por objeto regular la producción y la utilización de los fangos generados en el tratamiento de las aguas residuales, para prevenir efectos nocivos en el suelo, la vegetación, los animales y los seres humanos de forma que su uso suponga un beneficio agrícola o en una mejora ecológica de los suelos en los que se apliquen. También se ha tenido en cuenta el creciente interés que los productores agrícolas manifiestan por el producto, dado que este tipo de sustancias están incluidas entre los requisitos para la percepción de las ayudas directas de la Política Agraria Común de la Unión Europea. 

La composición de los lodos es aproximadamente 75% agua y 25% restante materia seca, y dentro de ella no difiere del resto de enmiendas orgánicas utilizadas en agricultura. El porcentaje de nitrógeno y fósforo es superior a los del estiércol y la gallinaza (se sitúa sobre el 5 %), y únicamente es inferior en potasio, con cifras en el entorno del 1 %. El beneficio de la aportación de agua en cultivos de interior no es desdeñable en estos tiempos de sequía.

La regulación publicada atiende tanto a las condiciones de producción en las depuradoras como a las de su utilización por los agricultores. En la producción se vigila y garantiza que en su composición no se superen los limites de concentración de metales pesados (mercurio, cadmio, cromo..).

En cuanto a la utilización: solo se podrán aplicar previo consentimiento escrito del titular de la explotación de la parcela; deberán incorporarse al suelo mediante laboreo en un plazo no superior a 24 horas desde su aplicación; no se aplicarán lodos tratados ni se acopiarán temporalmente a menos de 3 metros de distancia de cualquier curso o masa de agua, 50 metros alrededor de cursos o masas de agua naturales y a conducciones o depósitos de agua potable, 200 metros alrededor de pozos, manantiales, cursos o masas de agua destinados a la obtención de agua potable.

Tampoco se podrán aplicar en cultivos hortícolas a lo largo de su ciclo vegetativo, y en todos los casos deberán respetarse los limites por hectárea establecidos en el Código de Buenas Prácticas Agrarias y el Programa de Actuación sobre las zonas vulnerables designadas en la Comunitat  para prevenir y reducir la contaminación causada por los nitratos de origen agrario.