Escándalo en Valencia: Puig apacigua al PSPV con enchufes a la carta en el Metro

La polémica surgida en el Metro de Valencia a raíz de la contratación del número dos de los socialistas valencianos, Francesc Romeu, desvelada por ESdiario, ha puesto de relieve el modelo de gestión que tiene el Gobierno de coalición, PSPV-Compromís, al menos en Ferrocarriles de la Generalitat, una de las más importantes empresas públicas de la Comunidad Valenciana.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el consejero de Hacienda, Vicent Soler, firmaron en julio un decreto para regular las contrataciones del personal directivo en las empresas públicas, en línea con el procedimiento seguido en la Administración para los puestos de confianza. Este decreto, que es el que ha servido para "fichar" al también portavoz del PSPV, establece como número máximo seis contrataciones políticas a dedo.

Sólo tres de ellas pueden acogerse al grupo I, titulares superiores, y son homologables a los directores generales de la administración autonómica con un sueldo de 56.000 euros anuales.

Esta misma semana han sido cubiertas la dirección de Atención para los Clientes y Accesibilidad y la dirección de Comunicación. Está vacante, por el conflicto entre los socios del gobierno, una especie de dirección de gabinete. Este cargo, es al que aspira Compromís para "controlar" al gerente socialista.

En el citado decreto, de finales de julio, se aboga asimismo por corregir "desigualdades de género e incorporando medidas para hacer realidad la igualdad de género en su organización en el nivel directivo". Un aspecto que FGV está muy lejos de cumplir y que se ha acrecentado ahora con la incorporación de dos directivos.

Un alcalde, último agraciado por Puig

Más allá de la cobertura legal para el personal de libre designación, la dirección de la empresa ferroviaria lleva tomando acuerdos para premiar a trabajadores que, al igual que el gerente, Ángel García de la Bandera, están afiliados al PSPV. Uno de los últimos casos afecta al alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo.

Sagredo decidió dejar la liberación en su Ayuntamiento y volver a su puesto de ingeniero en el metro para facilitar el acuerdo de gobernabilidad con Compromís en su municipio. Un "sacrificio", según sus palabras, recompensado económicamente por la empresa.

El presidente provincial del PP, Vicente Betoret, sostiene que el alcalde socialista se incorporará en breve al equipo de la nueva dirección de Clientes y Accesibilidad, que dirige su compañero de partido, el vicesecretario y portavoz del PSPV, Francesc Romeu, enchufado este mismo lunes.

Otro socialista premiado es el miembro de la Ejecutiva comarcal del PSPV en L'Alacantí Francisco San Martín. Designado delegado de FGV en Alicante, a los pocos días fue relevando y destinado al área de atención al cliente. Con todo, sus emolumentos han mejorado respecto a los que tenía como maquinista.

Lo mismo le ha ocurrido a la actual gerente en Alicante Pilar García Reche, vinculada también al PSOE o al nuevo responsable de líneas, según fuentes sindicales, que no dudan en hablar ya de la "agrupación socialista del metro".

Desde las filas del PP se ha hecho este miércoles una llamativa interpretación de lo que está ocurriendo en FGV. El portavoz adjunto en las Cortes, Vicente Betoret, cree que el presidente Ximo Puig está utilizando la empresa pública "como agencia de colocación para comprar voluntades y afianzar su liderazgo" de cara a los procesos congresuales socialistas.

Betoret concluyó que Puig "ha realizado cambios legislativos para facilitar el enchufismo” y convertir al metro "en un cortijo socialista".