| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez celebra este domingo su primer acto de precampaña y pasa un examen interno.
Pedro Sánchez celebra este domingo su primer acto de precampaña y pasa un examen interno.

Pedro Sánchez escenifica este domingo su desesperada llamada a la unidad

El PSOE arranca la precampaña electoral y lo hace con mandato del jefe: que no falte nadie, presidentes autonómicos, barones, cargos orgánicos o alcaldes. Lo contrario sería "la muerte".

| Antonio Martín Beaumont Opinión

Hace tiempo que el socialismo entró en la UCI, pero su estado a muchos observadores políticos les parece ya irreversible con Unidos Podemos comiéndole el espacio y levantando ilusiones en buena parte del electorado más tradicional del PSOE. El “sorpasso” en la izquierda se masca. Cada cita ante los suyos de Sánchez se asemeja a una reunión de caras serias, de gentes comentando cómo se masca la próxima derrota.

Lógico: están para pocas jaujas. Así arrancan la precampaña el líder socialista y su gente. Todo lo más, se dedican a pedir agónicamente, como se viene haciendo, unidad. Fotos de mandatarios socialistas juntos, aunque luego se sepa (y no les importe decirlo incluso en corrillos off the record a la prensa) que en privado acaban a farolazos, como en el rosario de la aurora. Cuestión de imagen.

Eso es lo que necesita el secretario general de los socialistas: que no se le rompan las filas, porque una dispersión en plena carrera hacia el 26J significaría inevitablemente la muerte. Y ese es el aviso continuo que sale de las cocinas de Ferraz. Ciertamente lo último que faltaría a Pedro Sánchez para cerrar su ejercicio sería dejar como herencia un partido troceado.