| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Cargan contra el jefe político de la policía en Valencia

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y quienes las mandan vuelven a estar en el punto de mira. Primero fue en Barcelona el 1-O y ahora en Valencia el 9-O.

| Redacción Valencia Edición Valencia

Última hora: la policía ya ha identificado a varios de los participantes en los incidentes de la tarde del 9 d'octubre, entre los que, según dos fuentes consultadas por ESdiarioCV, habría al menos un miembro de Yomus y un miembro de Arran. Desde Bruselas, el presidente Ximo Puig ha exigido detenciones. Y Podemos ha pedido la comparecencia urgente en el Senado del ministro Juan Ignacio Zoido y del Delegado del Gobierno Juan Carlos Moragues

Y es que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y quienes las mandan vuelven a estar en el punto de mira. Primero fue en Barcelona el 1-O por su actuación en cumplimiento de órdenes judiciales, y ahora en Valencia el 9-O con ocasión de las agresiones de algunos elementos de extrema derecha a participantes en la manifestación de izquierda a la que se sumó la CUP y Arran. Hay también un fotoperiodista afectado por los incidentes.

Los partidos de más a la izquierda del espectro valenciano (Compromís y Podemos, singularmente) han salido en tromba a pedir la dimisión del Delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, por considerarle responsable de estas agresiones.

Quizá la más vehemente vía twitter haya sido la diputada de Compromís Mireia Mollà, que le dice a Moragues que “has permitido consciente (sic) que el odio saliera impune por las calles de València. Su objetivo, cazar”.

El president de Les Corts, Enric Morera (Compromís), muy activo en materia partidista desde el 1-O, habla de “neonazis” agrediendo y robando a un fotoperiodista y pide “máxima difusión para identificar”.

Algo mas templada, la vicepresidenta Mónica Oltra rechaza en un tuit la violencia, y deja caer enigmáticamente que “los partidos que la alentáis no sois bienvenidos, no nos representáis”.

Al hablar de bienvenidas cabría interpretar que se refiere a partidos venidos de fuera, aunque la tónica general en su coalición es la de cargar contra el PP, caso por ejemplo del concejal Giuseppe Grezzi.

En el PSPV -socios de gobierno de Compromís en el Consell- la reacción ha sido mucho menos visceral y mucho más institucional.

Ana Botella pedía explicaciones -pero no la dimisión- a Moragues, y Ximo Puig se limitaba a decir que “en la Comunidad Valenciana caben todos menos los violentos”.

El Delegado responde

Pues bien, Juan Carlos Moragues ha respondido a media mañana del martes desde Alicante pidiendo mesura en las declaraciones de los políticos para evitar crispar más la sociedad valenciana y para evitar efectos contagio con Cataluña. 

Moragues, que ha condenado las agresiones -que ha calificado de puntuales- y que ha anunciado una investigación ya en marcha para identificar a los autores de los hechos previos a la manifestación autorizada, ha destacado que no ha habido heridos ni cargas policiales, y ha pedido a los organizadores de la manifestación (Comisssió 9 d'Octubre) que den las gracias a la policía por haber velado por su seguridad y por haberle dejado su megafonía para la lectura del manifiesto final. 

El Delegado del Gobierno ha especificado que la manifestación la siguieron unas mil personas, 300 de ellas desplazadas por la CUP. Ni los independentistas ni los ultras que se les enfrentaron tenían autorización para manifestarse independientemente, por lo que fueron acordonados por la policía en evitación de males mayores.

Antes de estas declaraciones Moragues ha respondido a la oleada de críticas de Compromís-Podemos en redes sociales felicitando por la misma vía a la policía por proteger y garantizar la seguridad e integridad física de los manifestantes en la marcha vespertina convocada por la Comissió 9 d'Octubre.

También enigmática la cuenta de twitter de la policía saludaba el día recomendando a algunos un buen desayuno a base de fibra.

Día de tensión

Lo cierto es que la jornada del 9 d'Octubre de este año será recordada durante tiempo en Valencia.

Por la mañana, con una Procesión Cívica cargada de tensión y abundantes reproches de muchos espectadores en especial a los políticos de Compromís, y que hacía presagiar que por la tarde esa tendencia podría ir a más.

Y así fue. Las increpaciones de ciudadanos a título individual hacia quienes, mayoritariamente venidos de fuera, portaban esteladas y lemas alusivos a la independencia y los Païssos Catalans no se hicieron esperar.

Mezclar esas proclamas con el lema oficial de la manifestación de apoyo al valenciano resultó provocador para algunos. Y que quienes protestaban ruidosa pero pacíficamente se vieran infiltrados por elementos violentos de extrema derecha resultó determinante para las situaciones que se vivieron al inicio de la marcha.

Detalles significativos

A algunos les resultó chocante que Compromís luciera Senyeras con azul en la Procesión de la mañana y cuatribarradas en la manifestación de la tarde.

A otros les pareció fatal que una diputada de Compromís-Podemos escuchara el Himno Nacional haciendo el gesto de los cuatro dedos de Artur Mas mientras sonaba (no se pierdan la cara de Oltra al contemplarla).

Y no dejen de leer los tuits de los periodistas Sergi Pitarch (denunciando saludos nazis contra Compromís) y Arturo Checa (afeando que se eleve la anécdota a categoría).