| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pablo Iglesias y Julio Anguita durante un acto de Unidos Podemos en Córdoba
Pablo Iglesias y Julio Anguita durante un acto de Unidos Podemos en Córdoba

Unidos Podemos, la marca que usó hasta el mismísimo Mario Conde

Iglesias y Garzón van de nuevos por la vida. Son los adanes de la política. Antes de ellos no había nada. Nada más falso. Son viejos hasta el nombre de su coalición está más visto que el TBO

| Benjamín López Opinión

En un alarde de imaginación y 'buen rollo', Pablo Iglesias y Alberto Garzón celebraron el 'Pacto de los botellines' brindando con cerveza, la bebida del pueblo llano, y bautizaron a su nueva criatura electoral con el ingenioso nombre de Unidos Podemos. La que pretende ser la marca electoral del cambio y de la 'nueva política' resulta que apesta a alcanfor, que es más vieja que el TBO y que la ha usado todo bicho viviente.

La nueva política de Unidos Podemos -que debería llamarse Unidos y Unidas Podemos en pura lógica con su discurso habitual sobre el lenguaje sexista- no tiene nada de nueva. Los últimos hallazgos de la arqueología política han desvelado que ya en 1982 el mismísimo Santiago Carrillo eligió como lema de campaña del PCE en las elecciones autonómicas andaluzas la frase 'Juntos Podemos, vota comunista”. La verdad es que fracasó rotundamente y, para más inri, los propios comunistas le echaron buena parte de la culpa del fracaso precisamente a ese eslogan que, dijeron entonces, había aglutinado el voto de la izquierda en torno al PSOE.

El caso es que muy poco diferencia el discurso y las ideas de Carrillo de las de Iglesias y Garzón y hoy, 35 años después, la coalición Podemos-IU bien podría utilizar ese mismo lema con una sola palabra de diferencia: 'Unidos Podemos, vota comunista' y unas caras diferentes; si en el cartel electoral de entonces se veía en blanco y negro a Carrillo, 'la Pasionaria' y Felipe Alcaraz, ahora veremos en color a Iglesias y Garzón. Todos igual de sonrientes y con sus cerebros llenos de las mismas ideas. Por resumirlo en una frase, son los mismos perros con diferente collar.

Lo de la trasversalidad que nos ha tratado de vender Podemos, eso de que no son de izquierdas ni de derechas, es un cuento chino. Ya lo sabíamos pero, para el que tuviera alguna duda, ha quedado claro que el partido de Pablo Iglesias es comunismo 2.0, es decir comunismo de Twitter y de tertulias en 'prime time'. Su 'boda' electoral con el comunismo de siempre, el de los mítines con Miguel Ríos, Ana Belén y Víctor Manuel, le delata.

Un lema utilizado por Albert Rivera y Mario Conde

Pero es que el binomio Juntos/Unidos-Podemos no es ni siquiera patrimonio de la izquierda. Es verdad que lo inventó Carrillo pero luego lo copió el emergente Albert Rivera y, casualidades de la vida, hasta el mismísimo Mario Conde.

Rivera lo escogió no hace mucho, en febrero de 2014, como título de su primer libro: 'Juntos podemos; el futuro está en nuestras manos'. El entonces emergente líder de Ciudadanos usó la palabra podemos antes de que Iglesias se la apropiara como marca de su proyecto político de extrema izquierda pero mucho después de que Santiago Carrillo la usara como lema electoral.

También después del PCE pero antes que Rivera el exbanquero por antonomasia de España, Mario Conde, utilizó el lema 'Juntos podemos'. Fue en 2012, en su segundo intento de hacerse un hueco en el mapa político español al frente de un partido que pocos recordarán llamado Sociedad Civil y Democracia (SCD) que fracasó de manera estrepitosa en las elecciones gallegas de aquel año y que murió poco después.

Parece que esas dos palabras, juntos (o su sinónimo unidos) y podemos, son las preferidas por los emergentes, por lo que llegan prometiendo algo nuevo y distinto. Fue el caso de Carrillo en 1982, el de Conde en 2012, el de Rivera en 2014 y ahora el de Iglesias y Garzón. Sólo se salva de la quema el líder de Ciudadanos. Detrás de los otros nombres hay un presunto delincuente hoy entre rejas y unos comunistas trasnochados que nos venden mercancía usada y fracasada como si fuera nueva.