Dulceida, celosa de Laura Escanes y Risto Mejide

La relación de Dulceida con Laura Escanes no es tan idílica como nos han hecho creer. Sin duda, estamos ante un postureo máximo por parte de Aída en relación a la mujer de Risto Mejide. Y todo porque consiguió lo que a ella le negaron. A Dulceida se la llevan los demonios desde que supo que una publicación rosa estaba dispuesta a hacerse con la exclusiva del enlace del publicista y Escanes. El paquete incluía despedida de soltera y boda. Un material que ¡Hola! ha amortizado tanto en la versión impresa como en la digital.

Dulceida y su mujer, Alba, fueron dos de las invitadas al enlace de Laura. Se mostraron guapísimas y sonrientes. Sin embargo, la procesión iba por dentro. Los celos de Aída Doménech vienen en relación a la exclusiva que Laura y Risto vendieron al papel cuché. El publicista fue el encargado de la negociación y se habla de que sacó un buen puñado de euros. Pues bien, Dulceida también intentó vender su enlace con Alba Paul a alguna cabecera rosa y le dijeron que no, de ahí los celos a Escanes.

El papel cuché sigue siendo muy conservador. Apenas se hacen eco de matrimonios entre personas del mismo sexo. Está el caso de Luis Rollán, pero eso fue porque Isabel Pantoja asistió. En ese caso, la cuestión cambia. Este punto debe tenerse en cuenta porque tiene mucho peso. En el caso de Laura y Risto, la lista de famosos era amplia. Nada que ver con Dulceida y Alba, una celebración donde primaron amigos y familiares.

Para que las revistas se hagan con la exclusiva de alguna celebración cuenta, y mucho, la lista de invitados. Por ejemplo, la boda de Fiona Ferrer y Jaime Polanco estuvo plagada de rostros conocidos. En este caso, poco importó que los contrayentes no fueran rostros habituales del papel cuché. Cuando Fonsi Nieto se casó con Ari Artiles estaba prevista una catarata de celebrities. Al final, tras descubrirse que no eran tantos como decían, la revista rebajó el caché a la pareja.

El 2017 era el año en que Dulceida tenía que publicar su biografía. Ella mismo anunció dos libros que le hacían mucha ilusión. Sin embargo, todo indica que no van a llevarse a cabo dado lo apretada de su agenda. Y es que, de momento, la catalana no para. Las firmas se la rifan y apenas tiene días libres. Su mujer se ha tomado un año sabático y siempre que puede la acompaña.