| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez, este viernes, durante su campaña "puerta a puerta"
Pedro Sánchez, este viernes, durante su campaña "puerta a puerta"

Un conocido fantasma deambula por Ferraz y amenaza con aparecer la noche del 26J

Dramático y apocalíptico. El momento que atraviesa el PSOE ha encendido todas las alertas rojas. Históricos veteranos y jóvenes dirigentes manejan ya el pronóstico más aterrador.

| Charo Zarzalejos España

En los corrillos de los actos electorales de este viernes y en múltiples conversaciones telefónicas cruzadas, entre los dirigentes del PSOE circula en las últimas horas un análisis que está generando auténtico pánico tras los datos del sondeo del CIS difundido este jueves.

El drama de un "partido hermano" del que hasta ahora nadie quería hablar ha irrumpido en el tejido socialista y generado un pánico que, por si fuera poco, amenaza con paralizar a sus dirigentes en plena campaña. Hay quién, incluso, habla de sondeos internos -basados en los tracks sobre los escaños en juego y los restos- todavía más desfavorables para Sánchez.

El fantasma del PASOK griego deambula ya por los pasillos de Ferraz y amenaza con aparecer en la noche del 26

Ya en la primera jornada de la campaña electoral, el PSOE vive sus horas más amargas. Ya estaba en ellas antes de conocer la encuesta del CIS que no hace más que confirmar la tendencia ya anunciada por otros trabajos demoscópicos y que se vera ratificada o empeorada en las encuestas que quedan todavía por conocer.

El desánimo es absoluto hasta el punto de que barones y diversos dirigentes de Madrid, Andalucía y Valencia aseguran, con distintas palabras, que el PSOE se encuentra “en el momento más delicado de su historia”. Hay quién ha puesto sobre la mesa el precedente del PASOK griego, partido hermano del PSOE, arrollado por la Syriza de Tsipras y convertido en un grupo político minúsculo e irrelevante.

Cabe recordar que en las elecciones de 2009 el PASOK logró 16o escaños de los 300 del parlamento griego. En 2012 se desplomó hasta los 41 y en 2015 logró 13 diputados. Por su parte, el PSOE logró en 2004 la mayoría absoluta con 183 escaños. Estos bajaron hasta los 169 en 2008 y los 110 en 2011. El 20-D, Sánchez logró apenas 90 y el CIS le vaticina para el 26J entre 78 Y 80. Una preocupante analogía.

“Es muy delicado—indican—porque más allá del candidato, lo que puede estar en juego es la propia marca. El PSOE no va a desaparecer, forma parte de la historia de España pero después de las elecciones nos tendremos que plantear muy seriamente que es lo que nos está ocurriendo, en que hemos fallado y como podemos salir de esta”. 

En el seno de la cúpula del socialismo no se quiere ni imaginar que Patxi López no saliera elegido por Vizcaya, que Eduardo Madina se vuelva a quedar fuera del Congreso, que en Valencia el partido no quedara laminado o que en Andalucía el triunfo no fuera tanto triunfo.

No hay un solo dirigente que crea posible ganar al PP. “Nuestro objetivo—señala un resignado diputado madrileño—es ser los segundos y eso ya es triste. Que a estas alturas pensemos que mantener los 90 escaños ya es un éxito solo indica que estamos muy mal”.

Un partido noqueado y sin estrategia para el vuelco

Pedro Sánchez, que es bien consciente de la situación de su partido y, quizás, de su propia suerte, ha sido el primero en reconocer que sus votantes están desanimados. Este reconocimiento publico le costó alguna crítica interna. El “salimos a ganar” es la consigna oficial aunque todos aquellos que lo reiteran saben que sólo un milagro convertiría al PSOE en primera fuerza.

Entre los socialistas hay quienes creen que la encuesta del CIS “ha tenido cocina intencionada”, pero la mayoría y siempre en privado, asumen que “los resultados va a ser malos aun en el supuesto de que ganemos a las encuestas que están siendo demoledoras. Al final va a ser verdad que 90 escaños es un resultado histórico”.

El equipo de campaña y también quienes no están en él, se preguntan qué es lo que han hecho mal, en qué falla el discurso

Para tratar de conjurar los malos augurios, el equipo de campaña y también quienes no están en él, se preguntan qué es lo que han hecho mal, en qué falla el discurso , qué registro deben modificar para que en estas dos semanas “podamos coger aire”.

Sin duda se agarran a ese 30% de indecisos que ha registrado la encuesta del CIS y a los ciudadanos “cansados de Rajoy y de las promesas imposibles de Pablo Iglesias. Tenemos a nuestro favor que poco a poco se le va conociendo y los que hemos tratado con él sabemos que es un personaje”.

La temida noche del 26

Y será con Pablo Iglesias, además de con Rajoy y Rivera, con quien Pedro Sánchez se verá las caras el próximo lunes, día 13 en el que será, previsiblemente, el único gran debate de la campaña. En el PSOE se tiene muy claro el argumentario en contra de Rajoy pero lo que genera un punto de inquietud es la postura de Pablo Iglesias que, según se indica desde Podemos, “va a tratar a Pedro Sánchez como un socio necesario”.

Al PSOE le gustaría que Sánchez pudiera marcar “con claridad rotunda” su distancia de Iglesias, pero todo apunta a que el líder de Podemos asiste al debate con el claro propósito de no entrar en el cuerpo a cuerpo con el candidato socialista. “Nuestro objetivo no es ganar al PSOE, es ganar al PP y en esto debemos aunar esfuerzos”, afirman desde Unidos Podemos.

En cualquier caso, el momento clave y es probable que amargo para el PSOE será la noche del 26-J. Si la realidad confirma lo que vienen anunciando las encuestas “reconoceremos los resultados, los asumiremos sean los que sean y poco más porque, salvo que su decisión personal sea otra, Pedro comparecerá esa misma noche y a partir de ahí, el partido, necesariamente, abrirá un complicado y quien sabe si durísimo debate”.

La decisión que pueda adoptar Sánchez es un enigma. Nadie se atreve a aventurar

La decisión que pueda adoptar Sánchez es un enigma. Nadie se atreve a aventurar que si los resultados son los que indican las encuestas, vaya a presentar la dimisión esa misma noche porque “hoy y el dia 26 es el secretario general”. Quienes le conocen más de cerca creen que Sánchez “aguantará” y que incluso, una vez convocado el Congreso, se presentará de nuevo a la secretaría general.

Cualquier hipótesis no deja de ser pura conjetura. “Nadie se puede meter en la cabeza—asegura un veterano socialista—y en el ánimo de quien está frente de un partido con independencia de cómo vayan las cosas. Lo único que no lleva a la reflexión inmediata es el triunfo”.

Tanto en Ciudadanos como en el PP cuesta imaginar al PSOE apoyando a Iglesias como presidente del Gobierno

El debate, haga lo que haga Pedro Sánchez, será sin duda intenso porque el PSOE tendrá que tomar decisiones que van a condicionar su futuro más inmediato. Hoy nadie avala la idea de permitir que Rajoy, si se confirma el triunfo del PP, gobierne y entre las bases socialistas un eventual pacto con Podemos “pone los pelos de punta” . Esto es lo que hoy se afirma mayoritariamente en el seno del PSOE, pero distinto es encontrarse ante una realidad en la que el partido, de alguna manera, toca poder o no tiene más alternativa que la oposición pura y dura.

Tanto en Ciudadanos como en el PP cuesta imaginar al PSOE apoyando a Iglesias como presidente del Gobierno, pero en Génova recuerdan que “con los extremistas a los que el PSOE se refiere cuando habla de Podemos, ha pactado allí donde le ha sido posible, acaban de entrar en el ayuntamiento de Barcelona y en Madrid se están pensando entrar en el gobierno de Carmena. Si nos atenemos a los hechos hay palabras que tienen poco valor”.