| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Rajoy en el Congreso junto a Cospedal.
Rajoy en el Congreso junto a Cospedal.

El machaque de la corrupción frustra el último intento de Rajoy

Su drama es que por más que intente librarse de ella la corrupción que durante años ha ido pudriendo manzanas del cesto del PP siempre le alcanza. A veces con la ayuda de él mismo.

| Ana Isabel Martín España

A las 10.30 horas Mariano Rajoy entraba a una reunión con Albert Rivera con un documento bajo el brazo en el que, entre otras cosas, proponía "agilizar la respuesta penal frente a los casos de corrupción, mejorando los medios materiales y personales al servicio de la Administración de Justicia; así como avanzando en otras materias como la adecuación del régimen de aforamientos".

A las 18.30, apenas ocho horas después, la noticia de los nuevos registros en el marco de la operación Púnica -incluido el antiguo despacho de Beltrán Gutiérrez en el PP de Madrid- sacudía por enésima vez el Partido Popular.

Es el drama de Rajoy, que por más que intente librarse de ella la corrupción que durante años ha ido pudriendo manzanas del cesto del PP siempre le alcanza. A veces con la ayuda de la propia torpeza del presidente de los populares, capaz de blindar el aforamiento de Rita Barberá en el Senado cinco días después de haber prometido en el Congreso que no iba a pasar "ninguna más". E incapaz de utilizar su autoridad y forzar la renuncia a su escaño del comisionista Pedro Gómez de la Serna

Por si fuera poco, la opinión pública está más receptiva y sensible a los casos del PP que a otros. Sin ir más lejos, la entrada en prisión hace unos días de la exalcaldesa socialista de Jerez, condenada a cuatro años y medio de cárcel por delitos de prevaricación, falsedad en documento oficial y malversación de caudales públicos, pasó del todo desapercibida. Y lo suyo sí es una condena en firme y no una investigación en curso. Este miércoles Jordi Pujol tomó el pelo al juez de la Audiencia Nacional Juan José de la Mata y volvió a casa sin medida cautelar alguna.

El PP está tocado y hundido. Desde las elecciones generales han saltado a las portadas los casos Taula en el Ayuntamiento de Valencia y Acuamed en el Ministerio de Agricultura y ha vuelto a ellas el caso Nóos con el juicio a Jaume Matas y su gobierno. Además el presidente del PP de Almería se ha visto envuelto en un escándalo por la adjudicación de casi un millón de euros en contratos a su yerno. Y ahora los nuevos coletazos de la Púnica, justo la víspera de que Esperanza Aguirre comparezca en la comisión de investigación sobre corrupción creada en la Asamblea de Madrid.  

Malas, muy malas credenciales para arrancar a Ciudadanos y al PSOE un pacto de investidura que sólo Rajoy aún confía en alcanzar. Todo lo contrario: la corrupción ahuyenta cualquier posibilidad de acuerdo del líder de los populares, también con Albert Rivera

Además al PP ya no le vale tirar de argumentario y repetir que son casos del pasado que afloran ahora porque durante esta legislatura se han aprobado leyes muy duras. Sin ir más lejos, presuntamente el PP de Valencia blanqueó dinero para la campaña de las municipales de 2015.

Este mes se han cumplido siete años desde que la Fiscalía Anticorrupción llevó a la Audiencia Nacional el caso Gürtel. Y precisamente un 11 de febrero de 2009 Rajoy compareció en Génova 13 junto a parte de su Comité Ejecutivo Nacional para proclamar a los cuatro vientos: "Esto no es una trama del PP; es una trama contra el PP". En la foto aparecían, entre otros, Francisco Camps, Ana Mato y Rita Barberá

Entonces el PP estaba en la oposición. Después llegó al Gobierno con mayoría absoluta. Ahora parece que el círculo se cierra.