| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Estíbaliz Sanz toca fondo y pide una oportunidad
Estíbaliz Sanz toca fondo y pide una oportunidad

Estíbaliz Sanz, un juguete roto que pide ayuda para salir del pozo

La modelo alcanzó la fama en los ochenta. Protagonizó muchas portadas gracias a su cuerpo exhuberante y también por sus sonados romances. Su estrella se apagó y hoy lucha por salvarse

| Joana Morillas Chismógrafo

Estíbaliz Sanz no es ni sombra de lo que fue. Sus años de gloria se remontan a la década de los ochenta. Una fama efímera a la que contribuyeron sus desnudos y romances con rostros conocidos de la época. ¿Qué ha sido de su vida desde que el foco dejó de alumbrarla? Ella misma nos lo cuenta en esta entrevista. Sin duda, la más dura de todas la que haya concedido.

-Estíbaliz, ¿cómo te encuentras?

-Muy mal. He tocado fondo, y de qué manera. No veo forma de salir del pozo en el que estoy. Muchas veces he pensado en suicidarme. El hecho de que la idea de quitarme de en medio fuera tan persistente es lo que ha hecho que me llevaran a un centro psiquiátrico donde, de lunes a viernes, estoy cinco horas y media. Los médicos que me tratan ya me han dicho que si no mejoro, me ingresarán y que no podré ir a casa ni tener contacto con mis familiares.

-¿Notas que mejoras con el tratamiento que estás recibiendo?

-Estoy muy medicada. Tomo nueve pastillas en el desayuno, tres a la hora de comer y siete antes de dormir. Es cierto que las ideas suicidas se han mitigado debido al tratamiento, que me deja la mente plana y sin fuerzas para pensar. Aparte de esto, no consigo remontar el vuelo. Lloro y lloro sin parar.

-¿Qué motivos te han llevado a esta situación?

-Mira, mi problema ha sido que es ahora cuando me he dado cuenta que la fama se acaba. Cuando me iba bien, vivía a todo tren. Gastaba a manos llenas y pensaba que nunca me iba a faltar el dinero. Era muy inconsciente y me rodeé de gente nada recomendable. Me sacaron todo lo que quisieron y desaparecieron.

-¿Cuánto dinero puedes haber ganado en tus años de fama?

-Unos 500.000 euros, y de eso no queda nada. Dilapidé todo en caprichos sin pensar en el mañana. También la cocaína se llevó mucho. El caso es que ahora no tengo ni donde caerme muerta. Debo siete meses de alquiler y me van a desahuciar.

-Estíbaliz, ¿cómo caíste en las garras de la droga?

-Pensé que por probar no pasaría nada, y cuando me di cuenta, ya estaba enganchada. También el ambiente en el que vivía me llevó a eso. Entonces hacía streaptease y me tenía que poner para aguantar las cosas que me decían cuando actuaba.  Conseguí salir de la cocaína cuando me quedé embarazada. Mi hijo es el mejor regalo que la vida me ha dado.

-En alguna ocasión se te ha relacionado con el mundo de la prostitución

-He recibido muchas propuestas deshonestas. Durante un tiempo, me llamaban de agencias para invitarme a cenar con señores y me ofrecían cantidades desorbitadas. Te hablo de entre doce y trece mil euros. Imagino que alguien debió ponerme en el book de las famosas del que tanto se ha hablado. Sin embargo, jamás acepté porque mi dignidad no tiene precio.

-¿Conoces a alguna famosa que haya ejercido de escort?

-Sí, a muchas. De hecho, una me propuso participar en una orgía con jugadores de un equipo de futbol. Me dijo que estaba muy bien pagado. En esa época había muchas famosas que complementaban sus ingresos con estos trabajos extras.

¿Buscas trabajo?

-Sí, y hay un problema, que no me contratan porque he sido famosa. Haber estado en televisión es algo que pasa factura a la hora de encontrar trabajo.

-¿De qué vives?

-De lo que me pasa el padre de mi hijo en concepto de manutención, doscientos cincuenta euros, y otros doscientos que recibo de una ayuda que me dieron y que se acaba este mes de agosto. Apenas me alcanza para nada. Mi situación es desesperada y no veo solución.

-Estíbaliz, ¿qué le pides a la vida?

-Nada porque no tengo ganas de vivir. Para mí no hay esperanza.