Rajoy busca la complicidad del Rey y trabaja ya en la "segunda investidura"

Dadas las posiciones ya conocidas y salvo giros inesperados de última hora, Mariano Rajoy ya tiene descontado que el viernes, tras la segunda votación de la sesión de investidura, dejará de ser candidato. Su disposición a intentar formar Gobierno es obvia pero para que eso ocurra, el Rey debe convocar una nueva ronda de contactos con los portavoces parlamentarios y designar, de nuevo, candidato. Rajoy no quiere prorrogar la situación de bloqueo y el dia 30 de setiembre finaliza el plazo para la presentación de presupuestos.

La sesión de investidura que se ajustará al ritual previsto en la Constitución, se da por amortizada. Las posiciones de unos y otros son claras y contundentes. Los protagonistas, a la hora de la verdad y a efectos prácticos son dos: Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, secretario general del PSOE. Las posiciones son conocidas y reiteradas. Mientras Mariano Rajoy ha mostrado públicamente su disposición y voluntad de “seguir peleando” para que España tenga Gobierno, Pedro Sánchez se reafirma en su no, ahora reforzado, según sus propias palabras, por el contenido del pacto firmado entre PP y Ciudadanos.

Nueva ronda para otra intentona

Dada la situación, la investidura se presenta más como un mero trámite que dará pie a una nueva—otra más—etapa que como procedimiento seguro para investir presidente del Gobierno. Sostiene Sánchez que el bloqueo es responsabilidad de Rajoy por no haber sabido lograr la mayoría necesaria y que esa responsabilidad, la tiene hoy, el día 2 “y después del día 2”. Se pasa por alto, tanto Rajoy cuando afirma que va a “seguir peleando” como Sánchez cuando extiende la responsabilidad como candidato a Rajoy después del día 2 que el mismo viernes, una vez que—si se cumplen los pronósticos—Rajoy se ve derrotado, su condición de candidato decae en ese mismo momento.

El propio Rajoy ha reconocido este lunes que si fracasa en su primer intento lo volverá a intentar

A partir de ese momento, el procedimiento vuelve al principio, de manera que necesariamente y de acuerdo con la Constitución, el Jefe del Estado tiene que convocar una nueva ronda de contactos con los responsables parlamentarios y una vez concluida volver a proponer formalmente un candidato que previsiblemente sería Mariano Rajoy porque aún cuando, en principio, no sume si es el que tiene más apoyos parlamentarios. Mientras esto no ocurra, Rajoy será sólo—que no es poco—presidente en funciones.

De acuerdo con las fuentes consultadas en la dirección del PP, “no hay la más mínima intención de estirar la actual situación. Pedro Sánchez conoce nuestra disposición a aceptar propuestas y nuestra voluntad de acercar posiciones. Sabemos que setiembre es un mes electoral en Galicia y País Vasco y que en Cataluña pueden ocurrir cosas significativas, pero España como país, tiene que salir cuanto antes de esta situación y los ciudadanos saber a que atenerse”.

Estos mismos medios han mostrado su confianza en que “como siempre” el Rey actuará “con el buen criterio que le caracteriza” pero, indica, las fechas y los plazos se nos echan encima y de alguna manera habrá que hacer frente a la situación. Si el PSOE se empecina no hay más alternativa que unas nuevas elecciones”. Desde Génova se asegura asimismo que el hoy candidato informara “puntualmente” al Jefe del Estado de lo que acontezca en el Congreso de Diputados.

Sin embargo, el paso del tiempo y la celebración de las elecciones vascas, según reconocen algunos dirigentes del PP, puede allanar el camino a un acercamiento de los populares al PNV. Si, finalmente, sus cinco diputados apoyaran a Rajoy en una segunda investidura, el candidato tan sólo estaría a falta de un voto para lograr su objetivo.