| 21 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El agente del CNI informó de las andanzas de Podemos en Venezuela.
El agente del CNI informó de las andanzas de Podemos en Venezuela.

El espía del CNI que alertó de la obra de Podemos en Venezuela ha desaparecido

En 2011 el agente mandó la última comunicación sobre la CEPS, Iglesias y compañía a "la casa". La información "de alto voltaje" no fue tenida en cuenta y ahora nadie sabe de su paradero.

| Carlos Dávila España

Ahora que se van revelando las actuaciones y los dineros de Pablo Iglesias, Errejón, Monedero, en la Venezuela de los tiranos Chávez y Maduro, debe saberse que al menos desde el año 2009, el Centro Nacional de Inteligencia que primero dirigió con Zapatero un compinche de José Bono, y luego (ya hasta el momento) el general Sanz Roldán, conoció al dedillo cómo los citados eran tanto adiestradores de la dictadura caribeña como alumnos de la misma.

En 2011, un agente del CNI envió su última comunicación a la Casa; un largo exordio en el que narraba, con armas (escribo armas) y bagajes, los trabajos que los chicos soviéticos de la Fundación CEPS realizaban para Chávez y sus mariachis, riquísimas aportaciones para el triunfo de la revolución comunista bolivariana y para su exportación allende los mares, o sea, a España. El agente se hartó de denunciar los hechos y fuera porque al CNI no le convino nada la información o porque ésta era demasiado peligrosa, el agente fue arrumbado, tan apartado que literalmente desapareció sin que hasta la fecha ni siquiera su mujer, residente algún tiempo en Francia, haya recibido noticias sobre el estado de su marido o retribución alguna por los servicios prestados.

Aún sigue reclamando alguna atención. Falta añadir que antes, corría el agosto del citado 2011, el agente (calvo, musculoso y cauteloso) ofreció a dos periodistas pistas muy certeras de las actividades de los muchachos piratas, pistas destinadas a ser desveladas en su totalidad y posteriormente publicadas. Sucedió que el agente se arrepintió no de lo    dicho, sino de voluntad anterior de ser publicado, y rogó discreción. Luego desapareció. Y hasta hoy.

El agente se hartó de denunciar los hechos y fuera porque al CNI no le convino  la información o porque ésta era demasiado peligrosa, el agente fue tan apartado que desapareció sin que ni siquiera su mujer haya recibido noticias

Quizá el sempiterno jefe del CNI, Sanz Roldán, sepa algo de su antiguo colaborador. O quizá, lo más probable, es que no tenga intención de recordar el menor atisbo de sus labores, porque el diseño que en su día se efectuó para alentar la Operación Podemos (un diseño concebido bien para abrir al PSOE una grieta por su izquierda, o para menear la silla al Partido Popular, que ambas cosas pudieron correr paralelas) ahora ni tenga padre, ni nadie lo considere el mayor éxito de nuestros servicios de Inteligencia. Tampoco, desde luego, de los políticos que lo alentaron.

El CNI bastante tiene con rescatar secuestrados más o menos frívolos, como para reconocer intervenciones estratégicas arriesgadas, intervenciones, desde luego, que Sanz compartió en su día con Rodríguez,  el que ya es número 1 de Podemos por Almería, un general multiestrellado que ha sido recibido con airadas protestas en la provincia. Y es que Rodríguez un buen piloto de guerra en lo militar, no es, ni mucho menos un paracaidista querido en la política.

Es tiempo, en todo caso, para los regresos a la primera línea de la refriega. Por ejemplo, también, el de Margarita Robles, que se aburría como una ostra en el Tribunal Supremo, y que llevaba viajando meses, de tertulia en tertulia periodística, para ensalzar las recónditas virtudes de Pablo Sánchez, y para, de paso, zurrar de lo lindo a la gobernación “patética” del PP en dos ámbitos concretos: la Justicia y el Interior. Robles ha venido acusando al Ejecutivo de Rajoy de no controlar ni a la UDEF ni la UCO, y de asombrarse de que estos cuerpos trabajaran, con sometimiento inusitado, para mayor  disfrute de los magistrados progres y no progres de la Audiencia Nacional y, claro está, de la Fiscalía del Estado, de una Fiscalía, aún heredera del sectario Conde Pumpido (a Zaragoza le queda un año de misión) que lejos del PP no divisa corrupción alguna.

Pero si Robles llega a ser ministra de Sánchez perpetrará un sofoco de muerte a sus conmilitones de izquierda porque, con seguridad, intentará volar la susodicha Audiencia Nacional. En ella, entró con fama de conservadurismo el juez Velasco y ya se ve que pronto se ha contagiado con la furia antiPP de sus colegas de la izquierda. ¿Qué cómo se explica el cambio? Pues acudiendo a la certeza del odio africano que Velasco profesa al juez Fernando de Rosa, hoy en Valencia y  antes en el Consejo del Poder Judicial desde el que vetó algún ascenso de Velasco, y del desdén que guarda hacia el PP al que imputa quizá por falta agradecimiento a sus anteriores desvelos.

Así que algunos regresan y otros fichan que es el caso de Felisuco un actor pinturero del barrio Pesquero de Santander en el que Rivera ha hallado un sinnúmero de virtudes políticas que le puedan ayudar para llegar hasta la Moncloa. Felisuco está acostumbrado a sobrenadar las revueltas aguas cantábricas a las que, por cierto, tiene algunas ganas Mariano  Rajoy jr., hijo mayor del presidente, al que le ha dado por la vela y las reflexiones comprometidas.

Quédense con la que le propinó a su propio padre con ocasión de la Copa Mundial de Vela celebrada, mal que bien, en 2014 en Santander. “Papá, se quejó el adolescente, es que con el viento en contra no se puede navegar”. Mariano Rajoy sr, le respondió: “No estoy tan seguro de ello”. Genio y figura, en eso está el presidente: en navegar sobre olas rabiosas, mecidas por recién llegados, por veteranos del condumio soviético, del cambio socialista pendiente, y por la nueva política protagonizada por cómicos de la lengua.