Un viaje para comerse el mundo

Juanjo López y Anna Luna decidieron un buen día abandonar sus respectivos trabajos para emprender juntos una aventura que les cambiaría la vida para siempre. Su pasión por viajar, descubrir y conocer la gastronomía de cada rincón del planeta les llevó a visitar cuatro continentes durante un año con la intención de contarnos a todos a qué sabe el mundo. El resultado ha sido un libro muy apetecible: La vuelta al mundo sabrosa.

A Juanjo se le nota que el gusanillo aventurero se ha instalado para siempre en su corazón. No pasa un día sin que planee junto a Anna alguna escapada, algunas veces cerca, otras más lejos, la cuestión es tener en perspectiva un nuevo horizonte. Ambos huyen de la rutina y es que, tal y como nos confiesan, la curiosidad por conocer otras costumbres, personas y  sobre todo comidas, es más fuerte que ellos.

En octubre de 2013 partieron con la intención de pasar fuera de casa el mayor tiempo posible. Ya lo habían meditado años atrás, cuando por circunstancias, tuvieron que compartir casa. La convivencia les vino bien para el entrenamiento de pasar tantos kilómetros unidos. Juntos decidieron trayecto y buscaron información para su aventura, cada noche en internet, junto a una copa de vino. Y tras mucho ahorrar, mucho hablar y mucho discutir sobre cómo organizarse, se enfrascaron en un viaje inolvidable.

“Preparar una aventura para tantos meses es todo un desafío. Es verdad que algunas cosas puedes tenerlas bajo control, tuvimos cuidado en calcular la meteorología aproximada de los países del recorrido, en cada estación del año, para no pillar malas condiciones. Sin embargo, muchas otras variables, son pura improvisación”, nos confiesan.

Han visitado el sudeste asiático, China, Tíbet, Nepal, el sur de la India, Singapur, Bali, Nueva Zelanda, la costa este de EEUU, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Buenos Aires,… Y si tienen que quedarse con un plato, “sería el Lok Lak de Vietnam”, nos confiesan al unísono. “Una carne marinada y posteriormente frita que es espectacular”.

“Es increíble la variada gastronomía que degustamos allá por donde vamos. Dice mucho de un país, de su cultura”, nos comentan. “Lo hemos probado casi todo. Puede que lo más curioso que hemos comido haya sido un surtido de insectos como saltamontes y gusanos en Vietnam, pero como estaban tan fritos y salados, entraban fácil”.

Les preguntamos por el país más sorprendente a nivel gastronómico y ambos lo tienen claro: “Sin duda Perú. No nos lo esperábamos. Tiene una variedad enorme de comida, y tanto el pescado como la carne lo cocinan a la perfección. Todo muy elaborado”. ¿Y entonces cual es el peor lugar para darse un festín?, les preguntamos. “Evidentemente en EEUU. En la calle solo puedes comer hamburguesas o pizza, y después de varios días lo pasamos mal. Es cuando más echamos de menos los tupper de nuestra madre. Porque no te dejan llevarlos en la maleta, que si no…”, nos dicen entre risas.

Se han dado a conocer a través de su web, pero tienen presencia en Facebook, Twitter y su canal de Youtube. Aunque sin duda el libro, con fotos muy ilustrativas de cada plato descubierto, cargado de anécdotas, vivencias y recetas, es todo un tesoro.

Antes de despedirnos, no podemos evitar preguntarles por la gastronomía española y cómo es en comparación con todo lo que han conocido hasta ahora. Hacen una pausa, sonríen y responden: “Es que como en España no se come en ningún sitio”.