| 24 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Manuela Carmena en un acto de la Policía Municipal de Madrid.
Manuela Carmena en un acto de la Policía Municipal de Madrid.

La última "carmenada" con la Policía Municipal choca con la Constitución

La alcaldesa de Madrid tiene en mente otro disparate que afecta a su cuerpo de Policía después de la disolución de las unidades de intervención o la célula de inteligencia de la misma.

| David Lozano España

Manuela Carmena está dispuesta a no defraudar a quienes tildan reducen su política a las “ocurrencias” y esta semana se ha conocido una más. En esta ocasión el colectivo afectado es el cuerpo de la Policía Municipal de Madrid -muy castigado por el gobierno de Ahora Podemos y por su concejal responsable Javier Barbero- al que tiene reservada, nunca mejor dicho, una sorprendente iniciativa de la primera edil hasta ahora inédita: hacer una reserva de plazas, para renovar su plantilla, a grupos minoritarios.

Una cuota de la nueva plantilla de la Policía Municipal estaría destinada así únicamente, según los planes de la alcaldesa, a colectivos minoritarios en lo religioso y cultural (hinduistas, budistas o musulmanes) pero también habría derecho a esa reserva “especial” de plazas para personas de raza negra, asiática, india o de etnia gitana.

"si las obtienen agentes de color, con nacionalidad española, con la altura suficiente y todas las pruebas físicas y teóricas aprobadas no hay problema, pero reservar un porcentaje para éstos sería anticonstitucional

Lo que desde el gobierno municipal se ve como una magnífica forma de realizar una “discriminación positiva”, desde otros sectores se ve como un “auténtico disparate”, según algunas fuentes municipales consultadas por ESdiario. Los afectados por esta medida, el propio cuerpo de la Policía Municipal de Madrid, son más críticos y denuncian, desde el Colectivo de Policías Municipales, lo absolutamente “inconstitucional” que consideran esta ocurrencia ya que, dicen, “atenta directamente contra la Constitución Española y su mandato de no hacer distinción entre razas o religiones”.

En este sentido, los sindicatos policiales defienden que si todas las plazas disponibles que salen a concurso “las obtienen agentes de color, con nacionalidad española, con la altura suficiente y todas las pruebas físicas y teóricas aprobadas no hay problema, pero reservar un porcentaje para éstos sería anticonstitucional”.

El desencuentro entre Manuela Carmena y su Policía Municipal de Madrid es un hecho prácticamente desde el minuto uno de la actual legislatura. En poco más de 10 meses las relaciones se han tensado, con la supresión de unidades operativas de la Policía, hasta tal extremo que los agentes han realizado numerosas movilizaciones. Una de las más llamativas fue la protesta que obligó al concejal de Seguridad, Javier Barbero, a refugiarse en un bar y salir del lugar en coche oficial para evitar los gritos de los manifestantes. A este acto Barbero no lo calificó (como hacía antes de entrar en política y lo realizaba a cargos del PP) como un “democrático escrache y sí lo consideró un atentado contra la democracia.