| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El "plan B" para burlar la orden anti-esteladas promete incendiar la Copa

La amenaza de Bartomeu, Ada Colau y Puigdemont de no asistir al encuentro en el Vicente Calderón cae en saco roto. La prohibición se mantiene a pesar de los ataques políticos de unos y otros

| ESdiario Deportes

Asunto político o de seguridad. Estas son las dos posturas en las que se dividen políticos y opinión pública sobre la prohibición de exhibir esteladas en el estadio Vicente Calderón durante la final de la Copa del Rey que enfrentará el próximo domingo 22 de mayo al FC Barcelona y al Sevilla FC. La delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Concepción Dancausa respalda su decisión en la conocida como Ley del Deporte para mantener el orden en un partido considerado de alto riesgo y alega que estas "enseñas partidistas" pueden incitar a la violencia.

Con esta medida se intenta poner fin a las escenas políticas dentro de los estadios de fútbol que han dejado en los últimos años momentos críticos como las pitadas al Rey o al himno, que se produjeron en anteriores finales de la Copa del Rey, o las pancartas con el mensaje Freedoom for Catalonia  que se expusieron durante los partidos de Champions. Contra estas últimas, la UEFA tomó medidas de castigo hacia el FC Barcelona por permitir símbolos nacionalistas en su estadio.

El club azulgrana fue el primero en plantarse ante la prohibición del Gobierno y su presidente Josep María Bartomeu amenaza con no presenciar el partido como forma de protesta. Por el mismo motivo,  ni el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, apoyarán al equipo por considerar la decisión "una grave vulneración del derecho de expresión de miles de catalanes". 

Los antisistema de la CUP incitan a la desobediencia

Los líderes de la CUP, el partido nacionalista y anticapitalista que ejerce su fuerza en el Parlament, han ido mucho más lejos provocando a la afición culé para "llenar" el Calderón de esteladas a pesar de la negativa del Gobierno. En las redes, los hinchas del Barça proponen alternativas para saltarse el control de seguridad sin caer en el delito. Por eso, se barajan trucos como llevar esteladas azulgranas, pintarse la cara con los colores de la bandera, crear un mosaico en la grada o llevar camisetas con la estelada. 

 

En Madrid, la medida ha sido recibida con mayor agrado y hasta la alcaldesa "del cambio" de la capital, Manuela Carmena, reconoció en una entrevista para el diario Marca que le "molesta cuando pitan al himno en la final de Copa". Sin embargo, para muchos aficionados al deporte esta medida resulta desproporcionada y en algunos casos hasta "ridícula", palabra que también empleó el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para referirse a la situación. 

El último en sumarse a esta "guerra de las esteladas" ha sido el presidente de La Liga, Javier Tebas, que se mostró a favor de la medida como una manera de calmar los ánimos y reducir la polémica pero también para evitar que "aquellos símbolos que van para la destrucción de España no sean permitidos".