| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez y Albert Rivera, en una de sus reuniones en el Congreso
Pedro Sánchez y Albert Rivera, en una de sus reuniones en el Congreso

La guerra civil del PSOE da la vuelta a los ruinosos informes internos de C's

La descomposición socialista tras la irreversible batalla interna ha servido en bandeja a Pablo Iglesias un nuevo caladero de votos. Pero también Ciudadanos se frota las manos.

| Javier Ruiz de Vergara España

En las últimas horas, entre la multitud de memes que circulan por las redes sociales sobre la crisis que sacude al PSOE uno circula con gran éxito por los teléfonos de políticos de todo signo y condición: se trata de un buitre con la cara de Pablo Iglesias plantado sobre las siglas del PSOE que coronan su sede central en la madrileña calle de Ferraz. Y es que, sin duda, en Podemos se están frotando las manos con el desgarro que protagonizan las dos almas socialistas que encabezan Pedro Sánchez y Susana Díaz.

Y es que ya se sabe que "a río revuelto, ganancia de pescadores". Este fue el diagnóstico medular del discurso que la presidenta andaluza, Susana Díaz, pronunció este jueves ante la dirección de su partido, el Comité Director del PSOE-A. Denunciaba Díaz que en los últimos ocho años los socialistas han perdido casi seis millones de votos. Once millones obtuvo José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 reducidos a los 5.400.000 que cosechó Pedro Sánchez el pasado 26 de junio.

El votante formado y urbano del PSOE busca desde hace años unas nuevas siglas a las que votar

Fuentes socialistas consultadas por ESdiario en los últimos días coinciden en que el fantasma de las terceras elecciones y el de un nuevo batacazo histórico fue el detonante del golpe de estado protagonizado este miércoles por la baronesa andaluza forzando las 17 dimisiones de sus afines en la ejecutiva federal.

Las perspectivas que se manejan en las federaciones socialistas más potentes son "terribles, alarmantes y dramáticas", en palabras de un veterano diputado, que apostilla: "Y no se nos quedan en casa, unos se van a Podemos y otros a Ciudadanos". De hecho, algunos estudios prospectivos tras las elecciones gallegas apuntan que el partido de Rivera ha pescado mucho más en el caladero socialista que en el popular.

Rivera ya compite con Susana Díaz en la pelea por los casi 6 millones de votos que Sánchez ha dilapidado en dos años

Y es que a la formación de Albert Rivera, como se dice coloquialmente, le ha venido Dios a ver. Y en el momento más oportuno para una formación, la naranja, a la que se le están achicando todos los espacios. Desde hace meses, Ciudadanos maneja informes internos que apuntalan una tesis: los terceros comicios y el voto útil al PP darían a Rivera un hachazo tal vez irreversible. El lo sabe bien ya que de esta misma forma C's fue verdugo de la UPyD de Rosa Díez.

Y es que el 26-J, Rajoy logró corregir y cerrar las vías de agua abiertas en su electorado el 20-D. Parte de su voto urbano y joven había migrado a Ciudadanos, harto de los casos de corrupción y de la falta de regeneración en la formación de centro derecha. Como informó hace días ESdiario, el PP ha diseñado un plan para lanzar una OPA a Ciudadanos a la caza de parte de su voto socialdemócrata, la llamada papeleta templada.

Justo ahora, ese es el voto que Rivera y los suyos aspiran a arrebatar al PSOE. Ciudadanos se ha puesto manos a la obra en previsión de que la guerra abierta en Ferraz haga inevitables las terceras elecciones en diciembre.  Y es que los coqueteos de Sánchez con Pablo Iglesias ha dejado huérfanos a cientos de miles de sus votantes, los mismos que los rebeldes de Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page aspiran a recuperar con su asonada interna. Pero en esa reconquista también esta ya Albert Rivera.