| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Manuel Carmena y Pablo Iglesias, en julio de 2015 en el Ayuntamiento de Madrid
Manuel Carmena y Pablo Iglesias, en julio de 2015 en el Ayuntamiento de Madrid

Los peores días de Podemos

El fracaso en la moción, la vuelta de Sánchez y sobre todo la imputación de dos concejales de Carmena hunden la estrategia de Podemos, incapaz de aplicarse lo que exige al resto.

| Marco Ballesteros Opinión

Podemos atraviesa sus días más difíciles y toda su estrategia se ha hundido, especialmente en Madrid. A los problemas de imagen de su secretario general, Ramón Espinar, a partir del mmento en que trascendió su 'pelotazo' urbanístico con una vivienda protegida, se le suman el fracaso en una moción de censura contra Cifuentes y, ahora, una puntilla letal: su objetivo de presentarse como la avanzadilla contra los problemas judiciales del PP, con cacería incluida a la presidenta regional, se cae como un castillo de naipes por la imputación por varios delitos de gravedad de dos pesos pesados del Gobierno de Manuel Carmena.

Toda la cacería contra el PP de Madrid se ha caído de golpe con la imputación de dos pesos pesados de Podemos

Cuando Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer intentaron incluir la organización del Mutua Máster de Tenis -un torneo internacional con Nadal de emblema- en la estela de la Operación Lezo sin ningún apego por la realidad, abrieron una Caja de Pandora que ahora amenaza con llevárselos por delante, y con ellos a todo el discurso de Podemos en Madrid y, en general, en toda España.

Delitos y dimisiones

Ahora un juez ha decidido imputarles a ambos por hasta tres graves delitos societario, de malversación y de prevaricación; tres tipos que el propio Mato incluyó entre los merecedores de dimisión y que el código ético de Ahora Madrid, marca blanca de Podemos en la capital, considera incompatibles con el ejercicio de un cargo público. Sus propias bases lo han recordado nada más conocerse la decisión judicial, ante el clamoroso silencio de toda la organización.

 

Carlos Sánchez Mato junto a Alberto Garzón: ambos proceden de IU

 

La imputación obedece a la posible dilapidación de dinero público en un montaje para intentar convertir la organización del torneo de tenis en un escándalo de corrupción, pese a que los contratos para su celebración contaban con todos los pronunciamientos favorables de los servicios jurídicos municipales, hasta el punto de que la propia Manuel Carmena decidió renovarlos tras desatarse la tormenta, consciente tal vez del exceso cometido.

Podemos se queda sin cacería

Pero más allá de ello, la imputación de los dos ediles es además un varapalo a la estrategia electoral de Podemos, que no ha dudado en señalar a la propia Cifuentes como responsable de casos de corrupción que, en realidad, denunció antes de que la propia Justicia actuara, como por ejemplo el Canal de Isabel II y sus extrañas contrataciones y operaciones de compraventa.

 

 Celia Mayer, ahora imputada, antes de ser destituida también como concejala de Cultura

 

Por ese episodio, y a pesar de que el propio juez instructor rechazó cualquier sospecha contra Cifuentes, Podemos activó una moción de censura en la Asamblea de Madrid que siguió, una semana después, con otra conra Mariano Rajoy. En ambas, los problemas judiciales del PP se presentaban como causa justificadora de un recurso traumático que Ramón Espinar, secretario general del partido de Iglesias en la región madrileña, explicó de una manera muy gráfica: "Es una cuestión de decencia".

Podemos se queda sin argumento en Madrid y en España con dos imputaciones terribles para su imagen

Pelea interna

El paso en septiembre por el juzgado de Mato y Mayer, que podría no ser el último si prosperan otras iniciativas del PP municipal, rompe esa campaña y pone a Podemos contra la pared en un momento de divisiones y enfrentamientos entre las distintas facciones del partido en España, con especial reflejo en el Ayuntamiento de Madrid, un crisol de facciones ingobernable para Carmena que, al enfrentamiento larvado entre Iglesias y Errejón, añade otro propio  fruto de la fragmentación en capillas del equipo de Gobierno.

Podemos, sin palabras

El silencio prácticamente sepulcral de la dirección nacional de Podemos, que no se ha pronunciado aún sobre los hechos, se superpone con el agotamiento de una Carmena que no repetirá y con la descarnada pelea interna entre pablistas y errejonistas por el control de las candidaturas y de las listas, tanto para la Asamblea regional cuanto para el Consistorio madrileño: estas imputaciones, unidas a otras que pudieran llegar y a las frecuentes polémicas internas que tuvieron en la defenestración de José Manuel López en el Parlamento autonómico y en la derrota en las Primarias de Rita Maestre (ambos errejonistas) su apogeo, son una bomba de relojería en el corazón morado de imprevisibles consecuencias.

 

 Cristina Cifuentes y José Luis Martínez Almeida, la nueva cara del PP madrileño

 

Y un alivio para el PP, que siente algo parecido a la 'justicia poética' con esta decisión judicial. Sin estar imputada, Cifuentes ha sufrido un calvario político por los intentos de relacionarla con los supuestos delitos de Ignacio González, cuya gestión en el Canal de Isabel II fue objeto de denuncia en la Fiscalía por parte del Gobierno de la Puerta del Sol, que ha decidio hacer lo mismo si detecta cualquier anomalía en entidades tan sensibgles como Arpegio, Telemadrid o el Metro.

Cifuentes, Almeida y la reacción

La denuncia del Grupo Municipal encabezado ya por José Luis Martínez Almeida, que supera de paso el trauma del abandono de Esperanza Aguirre, es un balón de oxígeno que transformó la enésima acusación contra el PP en el mayor varapalo judicial, en toda España, contra Podemos: en adelante, los populares ya podrán decir que el único partido con imputados en puestos de responsabilidad es Podemos, un baldón que pesará no sólo para Carmena. Iglesias, Monedero y otros clásicos de Podemos también tendrán un poco más difícil, en adelante, ejercer de látigo de sus rivales.

Carmena, en aprietos

En el ámbto estrictamente local, los apuros de Carmena para no destituir a sus concejales imputados son de especial relevancia, toda vez que se han recordado las palabras que ella misma pronunció, en 2013, en un programa de televisión llamado 'Pido la palabra'. En el mismo, perteneciente a la cadena andaluza Canal Sur, respondió lo siguiente a una pregunta de un ciudadano en la que le solicitaba (minuto 18 del vídeo adjunto) su opinión sobre las imputaciones:

 

 

"Alguien a quien se achaca un delito debe dejar su cargo de político inmediatamente", señaló la alcaldesa. Y añadió, para no dejar ninguna duda, que de no hacerlo "se está incumpliendo con el ciudadano. El político (imputado) no puede mantener la confianza que el ciudadano le exige".