| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

El gesto con la bandera española del medallista Ortega que no pasó desapercibido

El atleta hispano-cubano dio las gracias a España por "la confianza" depositada en él y aseguró que con la medalla "el objetivo está cumplido" pero advirtió que "Orlando no tiene límites".

| ESdiario Deportes

El atleta español Orlando Ortega se ha colgado la medalla de plata en la prueba de 110 metros vallas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, séptima medalla para España en esta cita.

Ortega protagonizó una gran remontada que le permitió finalizar segundo con una marca de 13.17. El oro fue para el jamaicano Omar McLeod (13.05) y el bronce, para el francés Dimitri Bascou (13.24).

 

El atleta hispano-cubano dio las gracias a España por "la confianza" depositada en él y aseguró que con la medalla de plata "el objetivo está cumplido" y que tuvo más "miedo" en la semifinal que en la final.

"Estoy muy agradecido por esta oportunidad y quiero agradecerle a España por la confianza en mí, a la RFEA, a mi familia, a mi club y por todo el apoyo en este tiempo. Quería darlo todo en la final y el objetivo está cumplido", comentó en un mar de lágrimas Ortega en declaraciones a TVE.

El de Artemisa se mostró "seguro" de que a partir de ahora "van a venir muchos éxitos más para España" y recordó que había pasado "tres años difíciles". "Eso solo lo saben los que me han rodeado y creído en mí saben lo que he sufrido para llegar a este momento. Estoy muy feliz", se sinceró.

Además, dejó claro que "Orlando no tiene límites". "No me los pongo, estoy seguro de que van a venir mucho muchos más éxitos. Quiero seguir adelante, dando lo mejor de mí en cada carrera, esto es el comienzo de un gran momento del atletismo español", recalcó, confesando que pensó "muchas veces" en alcanzar esta final olímpica, en la que se sintió "físicamente muy bien".

De todos modos, el hispano-cubano subrayó que en la semifinal de horas antes sintió "mucha presión". "Era estar en una segunda final olímpica consecutiva y sabía todo lo que me estaba jugando. Tenía mucho miedo, pero gracias a Dios pude lograrlo", expresó.

"En la final llegué con el objetivo de salir a divertirme y me quité la presión, fue una carrera fantástica", prosiguió un Ortega que tampoco se olvidó de su abuela paterna, que fue la que le metió en el atletismo. "Gracias a ella es por lo que estoy aquí", remarcó.

Orgulloso de ser español

Ortega, nacido en Artemisa, Cuba, le dio al atletismo español su primera medalla olímpica desde Atenas 2004 y lo interpretó como una forma de agradecer al país que lo adoptó cuando decidió emigrar en el 2013 para tener mejores oportunidades como persona y como atleta.

"He pasado tres años duros, he tenido que aguantar mucha presión porque no supe hasta último momento si iba a venir a los Juegos o no", dijo en referencia al proceso que debió seguir para recibir el pasaporte español y luego para recibir la autorización para competir por España.

Envuelto en la bandera española, el corredor dijo que lo más difícil de ser emigrado es estar lejos de la familia y aunque reconoció no negar sus raíces cubanas, se declaró español con gustos españoles.

"Me ofrecieron la bandera de Cuba, pero yo quería la de España. Cuando llegue a casa me comeré una paella, pero de carne porque no me gusta el pescado", observó.