| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Estrés y depresión, fuente de importantes pérdidas de pelo

El estrés deriva en multitud de ocasiones en depresión, una enfermedad cada vez más extendida y ambas con fuerte impacto en la salud capilar. Los efectos suelen ser temporales.

| ESdiario Belleza

La depresión es la principal causa de problemas de salud y discapacidad en todo el mundo, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud. Más de 300 millones de personas viven con depresión, registrando un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015, y es por ello que este año el  Día Mundial de la Salud se ha dedicado a esta devastadora dolencia mental.

Los efectos de un estado de ánimo bajo afectan a multitud de componentes de nuestra salud, y los últimos estudios demuestran que están íntimamente relacionados con la pérdida abundante del cabello en estas circunstancias, que además se produce de forma homogénea y difusa durante un determinado periodo de tiempo. Esta caída del cabello producida por el estrés y la depresión, es debida a una alteración en el ciclo capilar que afecta a los folículos pilosos que se encuentran en la fase de crecimiento o anágena y que saltan directamente a la fase de caída o telógena

El organismo reacciona ante el estrés y lo hace liberando corticoides,  produciendo en el folículo piloso una estimulación glandulasebacea, que produce un aumento de la producción de sebo y una disminución de la concentración de oxigeno intrafolicular, con su consecuente debilitamiento y posterior caída. 

Es importante que, en estos casos de alopecia por estrés, la persona no se centre en la pérdida de cabello y busque el tratamiento que necesita para vivir de forma saludable con un buen estado anímico. El director médico de Medical Hair España, Dr. Horacio Foglia, considera que “hay que afrontar la situación de depresión que atraviesa el paciente principalmente” y a la vez recomienda, según el caso, un tratamiento específico para su alopecia, pues en muchos casos esta acrecienta el malestar, especialmente entre los pacientes de entre 18 y 30 años que se muestran muy afectados psicológicamente por la pérdida de pelo

Ante una caída temporal del cabello, no prolongada durante demasiado tiempo, se recomienda acudir a un especialista para que establezca un tratamiento adecuado que sirva para preservar el pelo existente, dándole mayor grosor y más densidad, como puede ser la mesoterapia.  La alopecia por estrés puede ser transitoria y una vez superada la depresión,  con la ayuda de tratamientos específicos, podrá recuperarse la mayor parte del cabello perdido.