| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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La vicepresidenta, junto al director del CNI, Félix Sánz Roldán
La vicepresidenta, junto al director del CNI, Félix Sánz Roldán

La "guerra civil" en el CNI se salda con la espantada de su agente más valiosa

Tan insostenible era la situación en La Casa, que su número dos, llamada a asumir el mando de los Servicios de Inteligencia abandona el servicio harta de la situación interna.

| Miguel Blasco España

El Consejo de Ministros se vio obligado este viernes a recomponer la cúpula del Centro Nacional de Inteligencia. Su secretaria general, número dos del Centro y de hecho la máxima responsable operativa por debajo del general Félix Sanz Roldán, abandona el cargo fruto de las tensiones y de la crisis abierta en los Servicios de Inteligencia por la llamada guerra de las cloacas de la Policía.

Beatriz Méndez de Vigo, a la sazón hermana del ministro portavoz, es una de las personas más respetadas en el CNI y estaba llamada a asumir la dirección del Centro en el futuro inmediato cuando pase a la jubilación Sánz Roldán en 2019.

Y es que el Gobierno había diseñado una hoja de ruta para renovar la cúpula una vez concluidas con éxito las dos misiones que Sánz Roldán recibió cuando accedió al cargo durante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y tras ser renovado por Mariano Rajoy: apaciguar en CNI tras la más que convulsa gestión de su antecesor, Alberto Sáiz, y reconducir el llamado caso Corinna, blindando el proceso de abdicación del Rey Juan Carlos. Precisamente al anterior Jefe del Estado se atribuye la elección de quién también fue Jefe del Estado Mayor de la Defensa en tiempos de José Bono.

Justo cuando parecía que llegaba la calma a la Inteligencia española y en pleno proceso de consolidación del trasvase de sus agentes de la lucha contra ETA al yihadismo, hace meses volvieron a irrumpir las escaramuzas entre Sánz Roldán y algunos de los comisarios de las cloacas de Interior, fundamentalmente el exnúmero dos de la Policía, Eugenio Pino, y el comisario José Villarejo, enemigos jurados del general Sánz Roldán, hasta haberse llegado citar en los juzgados.

Beatriz Méndez de Vigo se marcha harta del ninguneo de su jefe, rehén de esas guerras internas, rumbo a la embajada de España en China.

Y aunque Félix Sanz ha puesto en su desempeño sus indiscutibles dotes políticas y su indudable habilidad para la diplomacia -ha sobrevivido al PSOE y al PP, es decir, a María Teresa Fernández de la Vega y a Soraya Sáenz de Santamaría-todos los que conocen el CNI coinciden en que ha sido Méndez de Vigo la artífice de la normalización y represtigiamiento del espionaje español.

Méndez de Vigo, una de las primeras mujeres en entrar en el entonces CESID en 1983, tiene en su cabeza todos los secretos de Estado. Es el cerebro interno y el rostro que se relaciona con los servicios aliados, de cara al exterior.

Había llegado la hora de su ascenso definitivo y todos en el CNI daban por hecho su salto al número uno. Con ETA fuera de juego, ella fue la encargada de impulsar los nuevos retos: el ciberterrorismo, la delincuencia financiera, la infiltración yihadista, los nuevos retos de la globalización y las redes sociales.

Para sustituirla, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha elegido a Paz Esteban López. Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid, Ingresó en 1983 en el entonces llamado Centro Superior de Información de la Defensa (CESID).

Hasta 2004 desempeñó diversos puestos en el ámbito de la Inteligencia Exterior, momento a partir del cual pasó a desarrollar funciones de planeamiento y estrategia en órganos de dirección.

Desde 2010 ha sido la directora del Gabinete Técnico del propio Sánz Roldán, persona de su máxima confianza.