| 24 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ángel Garó está atravesando un momento muy complicado
Ángel Garó está atravesando un momento muy complicado

Las terribles imágenes de Ángel Garó, asomado desnudo al balcón e insultando

El humorista está en una situación muy complicada que se ha agudizado en las últimas horas con unas imágenes descontroladas obtenidas de madrugada en el balcón de su casa.

| ESchismógrafo Chismógrafo

La situación de Ángel Garó es límite. Después de la denuncia que su última pareja interpuso en su contra por un presunto delito de malos tratos, lo cierto es que el debate sobre el carácter y los problemas del humorista están ocupando gran parte de la crónica social de nuestro país. La caída de un mito que durante la década de los noventa hizo reír a toda una generación desde su atalaya en la pequeña pantalla y en el teatro. Sin embargo, lejos de que las aguas se calmen, todo adquiere tintes más dramáticos. Lo último ha sido la emisión en Sálvame de unas imágenes en las que Garó aparece, completamente desnudo en el balcón de su casa, gritando a los cuatro vientos: "No voy a bajar porque a mí la gente me paga para verme". 

La disputa tiene que ver con los problemas que están, al parecer, ocasionando los servicios de limpieza cuando pasan por la plaza en la que Ángel vive en Málaga. Harto, sale para pedir amparo a la policía a la que su novio telefonea. Sin embargo, parece ser que la conducta del humorista podría estar condicionada por elementos externos. El colaborador Kiko Matamoros, en cambio, ha confirmado que Ángel estaría sufriendo un problema de salud, diagnosticado por el que tuvo que ser hospitalizado: "La gente de su entorno cree que va por mal camino". 

Además la dirección del programa ha podido obtener un mensaje grabado en un contestador que evidenciaría que la situación es realmente dramática: "Ángel habla con una máquina, le hace preguntas, se indigna con la máquina, le dice cuál es su caché, dice que su caché es de 24.000 euros cada diez minutos. Empieza a insultar a la máquina, al contestador. Empieza en un tono tranquilo y se retroalimenta y se cree que está insultando a una persona determinada cuando allí no hay nadie".