El PSOE se alía con los independentistas y convierte el Congreso en un mitin

PSOE, ERC y Bildu convirtieron este martes el Congreso -previsiblemente en una de sus últimas sesiones parlamentarias- en un "linchamiento general" contra el PP, a cuenta del polémico caso de las escuchas en el Ministerio del Interior que afecta a su titular, Jorge Fernández Díaz, ausente en el debate. Una comisión de investigación, la primera desde la que investigó los atentados del 11-M, que parece va a tener el mismo breve recorrido que la presente legislatura.

Tal vez por eso, socialistas e independentistas catalanes convirtieron el debate en el Pleno en una especie de mitin de arranque de la campaña para las cada vez más probables terceras elecciones. Y en el hemiciclo se escucharon palabras muy gruesas, fundamentalmente en boca del portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Rufián llamó al ministro del Interior en funciones "gánster y Vito Corleone" y aseguró que el PP "sólo merece pasar a la papelera más negra de este país". 

La portavoz de Bildu, Marian Beitialarrangotia, sacó a relucir en el Hemiciclo los últimos fusilamientos de los FRAP, los de los etarras Txiki y Otaegi.

El portavoz de la antigua Convergencia, Francesc Homs, tachó las conversaciones entre el ministro y el ex jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, de "guerra de Mortadelo y Filemón".

Por parte de Podemos, Iñigo Errejón, aseguró que la llamada "policía política" está "a medio camino entre la Stasi y Torrente" y calificó a Fernández Díaz de "ministro más siniestro" del gobierno

El representante del PSOE, Antonio Trevín, denunció "prácticas policiales guiadas por intereses partidistas" a través de una "policía política".

El representante del PP, Rafael Merino, eludió responder a los insultos que se escucharon en la Cámara contra su compañero de filas, acusó a Pedro Sánchez de aliar al PSOE con "populistas e independentistas" para atacar a un ministro del gobierno de España.

La creación de la comisión de investigación salió finalmente adelante con los votos de todos los grupos menos el PP, UPN y Foro Asturias. Una sesión convertida en una "mascarada" que apunta que los partidos dan por iniciada la nueva campaña electoral.