| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Aristóteles, uno más en el cole

La Red Española de Filosofía propone que, de cara al Pacto Educativo, se introduzca desde los primeros cursos de Primaria la enseñanza de destrezas y contenidos filosóficos.

| P.P.H. Opinión

Si en la infancia más temprana surgen algunas de las grandes preguntas en torno a la naturaleza humana, la existencia y el destino cuyas respuestas se buscan a lo largo de toda la vida, ¿por qué no empezar a plantearlas y encauzarlas desde el colegio en vez de esperar a la edad del instituto o de la universidad?

Así lo ha planteado la Red Española de Filosofía ante el Parlamento, para que se estudie la inclusión de contenidos filosóficos en el posible Pacto Educativo.

Desde los 5 años

En concreto, el presidente de la Red de Filosofía, Antonio Campillo, ha defendido recientemente ante la Subcomisión parlamentaria que está debatiendo el Pacto la introducción de 'Filosofía para niños' en Primaria para que los escolares desde los cinco años "aprendan a escuchar a los otros y ejercitar el pensamiento en sus distintas dimensiones", una propuesta que la mayoría de los portavoces parlamentarios ha apoyado, incluido el PP.

"No se trata de hablarles a los niños de Aristóteles ni de dar clases magistrales, sino que es una metodología muy activa a través de la cual se enseña a los niños a pensar, a expresarse en público, a hacerse preguntas", ha explicado Campillo sobre este método creado a finales de los años 60 por el filósofo y pedagogo estadounidense Matthew Lipman.

Según ha indicado, hay maestros en el sistema educativo español que se han formado en este método y lo aplican a sus clases de forma voluntaria para que sus alumnos estén "más activos" y adquieran capacidades intelectuales "transversales" a otras materias del currículo escolar. "Es impresionante ver cómo niños de siete años se preguntan por la muerte, la verdad o la justicia", ha apostillado.

La falta de continuidad en las leyes educativas ha maltratado de manera especial la enseñanza de la Filosofía

Campillo ha señalado la necesidad de que los grupos parlamentarios, de cara al pacto educativo, incluyan el diseño de un currículo "básico" para todo el sistema, pero "flexible" en sus contenidos, en el que se incluya la Filosofía, "denominada como tal y reconocida como materia común en Primaria, ESO y Bachillerato".

La filosofía sufre

Asimismo, ha dicho que se debería incluir un ciclo formativo en Filosofía "secuenciado" en 4º de la ESO y 1º y 2º de bachillerato, como ocurre con otras asignaturas. "Con la falta endémica de consenso político y social y la falta de estabilidad temporal de las leyes educativas, la Filosofía es la que más ha sufrido", ha denunciado el también decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Murcia, que ha lamentado que la LOMCE dejara la enseñanza de esta materia reducida a opcional en primero de Bachillerato.

 

 

En este sentido, la Red Española de Filosofía siempre ha sido muy combativa, como organización que acoge a toda a la comunidad filosófica española y coordina a todas las asociaciones, fundaciones, instituciones docentes, centros de investigación, etc., relacionados con el ejercicio de la profesión filosófica. Está compuesta, en concreto, por la Conferencia Española de Decanatos de Filosofía, el Instituto de Filosofía del CSIC y más de cincuenta asociaciones filosóficas de diferentes campos temáticos, niveles educativos y comunidades autónomas.

El maestro de la 'Filosofía para niños'

Matthew Lipman fue el primero en abordar, hace medio siglo, la idea de una filosofía planteada como un plan de formación global para niños y adolescentes, a la que llamó 'filosofía para niños'. Junto a Lipman, la profesora Ann Sharp contribuyó a la elaboración de los manuales y a la configuración de los cursos de formación correspondientes. 

El método de Lipman responde a una necesidad real que se plantea en cualquier aula: los estudiantes tienen que saber de muchas materias, para lo cual se les presuponen ciertas capacidades lógicas como el análisis, la síntesis, la formación de conceptos o la competencia investigadora. Así pues, junto con el desarrollo de las destrezas de razonamiento, se hallan los problemas filosóficos originales, así como las destrezas prácticas que van asociadas al ejercicio filosófico: el asombro, la empatía, la tolerancia, etc.

Formar a personas comprometidas en investigar, pensar por sí mismas y trabajar en equipo debe ser una meta primordial desde muy pequeños en el sistema educativo, según los defensores de este método pedagógico.