Rozando el esperpento: la nueva diputada de CUP sólo hablará en aranés

Cuando parecía que ya se había visto todo en el Parlament de Cataluña, un nuevo esperpento amenaza la política catalana más convulsa de los últimos años de la historia española. El día en el que president por sorpresa Carles Puigdemont se estrenaba en el primer pleno ordinario del Parlament de la XI legislatura anunciando su intención de llevar a los catalanes "a las puertas de un nuevo Estado" y aprovechaba para presentar la composición de su Govern rupturista, una diputada le robó buena parte del protagonismo.

Y es que la nueva diputada por Lérida, Mireia Boya, se ha colocado en el ojo del huracán al hacerse pública su intención de intervenir en el Parlament ya ni siquiera en catalán, sino en aranés u occitano. Así lo hará la diputada de la CUP cada vez que se suba a la tribuna, según ha confirmado tras debutar este miércoles en el escaño que dejó libre Ramón Usall por motivos personales.

Durante la campaña electoral, Boya ya hizo diversos mítines en lengua aranesa, algo que sorprendió a los periodistas que siguieron la campaña de la CUP y ahora está dispuesta a hacer lo propio en el Parlamento al contrario que el otro diputado del Valle de Arán que hay en la cámara, Javier Rivas, de Ciudadanos, porque su objetivo es "normalizar el uso del aranés".

Firme defensora de la nación aranesa y confesa occitanista, Boya es regidora del Ayuntamiento de Les (donde regenta una Casa Rural) por la formación occitanista CORRÒP y fue coordinadora de la ANC en el Valle de Arán, defendiendo un proyecto de país no con una lengua propia sino "con dos lenguas propias". 

La dirigente de la formación anticapitalista catalana se ha convertido en los últimos años en un referente político del independentismo del Arán y una de las más encarnizadas defensoras del occitanismo, que plantea que el Arán es una parte de la nación occitanta que abarca zonas como el sur de Francia, el Piamonte italiano o Mónaco.