| 26 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez junto a Batet, Cantera y la líder del PSOE-M.
Sánchez junto a Batet, Cantera y la líder del PSOE-M.

Taquicardias en el PSOE de Madrid: se ven terceros y cayendo sin freno

| Antonio R. Naranjo España

El PSOE sufre un ataque de pánico, aunque las buenas dotes dramáticas de sus principales dirigentes lo disimulan con una solvencia digna del "Actor´s Studio". Y es que, cuando se baja el telón y la función preelectoral termina, en los cuarteles generales del socialismo –y más del madrileño especialmente- se teme mucho que el próximo 20D suceda algo sin precedentes.

Informaciones internas que maneja el PSOE y la letra pequeña de algunas encuestas precocinadas atestiguan la posibilidad de que los socialistas queden en tercer lugar en Madrid, la circunscripción que encabeza el propio Pedro Sánchez.

Aún más, incluso se tiene el temor de que incluso Podemos adelante al PSOE y que quede en tercera posición tras el PP y Ciudadanos, que libran una batalla cruenta en el más simbólico de los escenarios electorales de España.

Cierto es que Rafael Simancas, hombre de la máxima confianza de Sánchez y un gran analista de información y datos, ha intentado tranquilizar a sus huestes demostrando que, en las últimas citas electorales (desde las europeas hasta las catalanas, pasando por andaluzas y municipales); todos los sondeos otorgaron unos resultados a los socialistas que, al llegar el escrutinio, mejoraron.

Pero no lo es menos que, en el caso de Madrid, a la solidez del PP (aunque están más preocupado que nunca por la movilización del partido en tiempos de frialdad entre Rajoy y Aguirre con Cifuentes de por medio) se le añade el empuje de Ciudadanos (hay quien augura un sorpasso incluso) y la hiperactividad de Podemos, que lo dará todo con o sin Carmena apoyando.

A ese mapa se le añade, además, la evidente división en el socialismo madrileño, fracturado en dos partes ya irreconciliables que se guardan para la resaca electoral el último y definitivo pulso: si Sánchez no gobierna; irán a por él con Gómez y Carmona al frente de la batukada: Y si lo hace, el exterminio de los disidentes, ya evidente, será total.

La situación está tan enrarecida, por mucho que tipos tan bragados como Antonio Hernando estén de ruta por toda España asumiendo el papel de coach emocional del PSOE, que en Ferraz algunos hacen cuentas ya para saber dónde está el límite para salvarse y no caer, al día siguiente, arrastrado por un huracán interno con origen en Andalucía: los 110 diputados de Rubalcaba en 2011 no darían para alcanzar La Moncloa salvo que Ciudadanos y Podemos se unieran en un pacto casi imposible; pero algunos creen que servirían para salvar a Sánchez.

Mientras, la porra madrileña incluso pone en peligro la obtención del diputado número siete, el que va justo después de la polémica incorporación en el puesto precedente, la exmilitar Zaida Cantera: ése es el lugar que logró arañar Eduardo Madina, que no las tiene todas consigo a pesar de que muchos le ven como voz en el Parlamento de un "nuevo PSOE" con acento andaluz si Sánchez no logra su objetivo y Susana Díaz toma los mandos desde fuera.

Si el PSOE se quedara en seis diputados en Madrid y no empatara siquiera con Rubalcaba, el apocalipsis orgánico está garantizado. Y aunque allí dentro nadie acepta esa hipótesis como la más probable, que no la descarten y se asusten al discutirla, ya lo dice todo.