PSA dobla el beneficio y suma tres años en positivo

El grupo automovilístico francés PSA Peugeot Citroen tuvo el pasado año 1.730 millones de euros de beneficios, lo que significó prácticamente duplicar los 899 millones de 2015 y le coloca en una gran situación financiera para afrontar la compra de Opel, uno de los temas más candentes del sector de la automoción de las últimas semanas. En este sentido una frase lo resume a la perfección, "Opel necesita ayuda y PSA se la quiere dar", así lo ha dicho Carlos Tavares, consejero delegado de Grupo PSA, durante la presentación de resultados del ejercicio 2016 en París esta mañana.

Estas cifras suponen además encarrilar el tercer año consecutivo de crecimiento tanto del margen operativo en la división automovilística, como de los volúmenes de coches vendidos y del flujo de caja. El resultado operativo en términos absolutos subió un 32 % hasta 2.611 millones de euros, mientras que el corriente aumentó un 18 % hasta 3.235 millones, lo que representó un 6 % de margen sobre la facturación (había sido del 5 % en 2015). Cuando llegó Tavares a PSA, en abril de 2014, el grupo acababa de presentar los resultados de 2013 con unas pérdidas de 5.000 millones de euros.

Y es que el año pasado el fabricante francés vendió 3.146.000 coches en todo el mundo, lo que significó un alza del 5,8 % gracias al buen comportamiento de su mercado doméstico europeo (las matriculaciones ascendieron un 3,6 % hasta 1.930.000 unidades) y al tirón de algunos países emergentes, en particular en África, Oriente Medio y Latinoamérica que compensaron la caída en China. A finales de diciembre, PSA tenía 406.000 vehículos en sus existencias, 56.000 más que un año antes. El grupo francés, que estima que el mercado automovilístico en 2017 permanecerá estable en Europa, Latinoamérica y Rusia y crecerá un 5 % en China, elevó sus objetivos operativos para los próximos ejercicios.

En la división automovilística, el resultado operativo progresó un 19 % hasta 2.225 millones de euros, con un margen del 6 % (un punto porcentual más que el ejercicio precedente), lo que la empresa atribuyó al incremento de las venta y del precio de sus vehículos, pero también a la reducción de los costes fijos y de producción. En el negocio de financiación de créditos de sus compradores, el resultado operativo corriente fue de 571 millones de euros, un 11 % superior al de 2015. Con todo ello, por primera vez desde 2011 se someterá a votación el pago de un dividendo de 0,48€/acción en la próxima Junta General. 

Esta saneada cuenta de resultados, con un flujo de tesorería disponible positivo de 2.700 millones de euros en 2016, permite a PSA afrontar la compra de Opel a General Motors con garantías. "Creo que el valor que pueda generar la compra proviene de que Opel es una empresa alemana, con ingeniería alemana y cuyo portfolio de modelos está muy cercano al nuestro. Por tanto, se pueden generar sinergias", afirmaba Tavares, añadiendo que “Opel lleva muchos años en pérdidas y PSA puede ayudar a revertir dicha situación aplicando la política de eficiencia de costes de PSA”.