| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Se filtran los Whatsapp que desvelan los "otros" motivos del crimen de Pioz

Los detalles de la confesión de Patrick Nogueira ponen los pelos de punta. Ahora se conoce el detonante que llevó al joven brasileño a convertir la casa de su tío en la casa de los horrores.

| ESdiario España

Hace un par de días se derrumbó y terminó confesando lo que los investigadores ya sabían: que había asesinado y descuartizado a sus tíos y a sus dos primos pequeños. La Guardia Civil no tenía ninguna duda al respecto y cuando Patrick Nogueira decidió entregarse a las autoridades españolas para no ser juzgado en Brasil sólo era cuestión de esperar a que se rompiera y confesara lo que había hecho. 

Al principio le costó y todavía dice tener lagunas de memoria: sobre todo relacionadas con el asesinato a sangre fría de sus dos primos de tan solo uno y cuatro años.

Sin embargo, este lunes han trascendido los detalles de la confesión ante la Guardia Civil: "Había algo dentro de mí que me decía que tenía que matarles". Según la declaración del asesino confeso a Patrick  le cuesta definir por qué lo hizo, pero sí encuentra un motivo: "Me sentía traicionado, abandonado y humillado". No perdonó a sus tíos por mudarse a Guadalajara sin él y fue entonces cuando planeó su venganza.

De hecho, en una conversación que mantuvo con sus compañeras de piso en Alcalá de Henares antes de huir a Brasil tras la masacre les espetó que "mi tío es un hijo de puta" y a través de Whatsapp intentó desviar la atención hablándoles de las "deudas" que tenía.

Tal odio tenía a su tío Marcos por haberse mudado sin él que en un testimonio absolutamente terrible confesó que le esperó en el jardín, le acompañó al salón y le degolló tras mostrarle los cadáveres de su mujer y sus hijos: "Mira bien lo que les he hecho porque ahora te toca a ti". Antes había matado a su tía Janaína y a sus dos primos.

Según la Guardia Civil antes de viajar en autobús, compró las bolsas de basura donde luego fueron hallados los cuerpos, cinta aislante y una navaja. "Sintió unas ganas irrefrenables de asesinar y no las pudo controlar. Era consciente de ello", aseguran los investigadores.

En su confesión aseguró que para deshacerse de los cuerpos de sus cuatro familiares "los descuarticé porque enteros no podía con ellos, fue una cuestión instrumental. Los embalé a todos, los dejé en una habitación y limpié toda la casa. Cuando acabé, me di una ducha y me tumbé a dormir un rato".

Sin embargo, algo falló en su plan, ya que fue incapaz de arrastrar las bolsas con los cuerpos de sus familiares, por eso decidió dejarlos en la casa y hacer como si no hubiese pasado nada.