La venganza de Grau: el número dos de Barberá la implica de lleno

Mariano Rajoy, Cristina Cifuentes y ahora Alfonso Grau, el que fuera su número dos en el Ayuntamiento de Valencia, también le pide a Rita Barberá que dé explicaciones sobre si hubo financiación ilegal del PP en la campaña de las elecciones municipales de 2015. "Cada palo que aguante su vela" expresó en una entrevista concedida a Carlos Alsina en Onda Cero en la que sostuvo que "algo sí sabía" Rita sobre lo que estaba pasando en el PP de Valencia porque "no hay cosa más natural que quien encabeza la lista también intervenga".

El exvicealcalde cubrió de sospechas a la líder del PP valenciano, con la que aseguró no hablar desde el día de su marcha el 2 de marzo de 2014 tras confirmarse su imputación en el caso Nóos. "No he sentido su apoyo. Que ahora aguante su cruz", llegó a decir sobre la que fuera su compañera en la política durante más de 20 años.  

"Estoy perplejo por lo que veo", comentó antes de explicar cómo se hacían las cosas en el Consistorio valenciano cuando él estaba. "Jamás pedí donaciones, ya que de hecho hasta se pedían préstamos" que posteriormente se pagaron con los casi 60 euros que aportaban los militantes.

Sobre la "cuota extraordinaria" que supuestamente se recaudó de forma ilícita en fechas cercanas a las elecciones Grau afirmó no saber nada. Zanjó que nunca había blanqueado dinero y que "nunca jamás he tenido noticia" de una operación de este tipo dentro del partido. 

"Con los mecanismos que había, los tratos de favor eran imposibles" según el concejal, que también participó en la comisión de Fiestas y en la que aseguró que "la última decisión la tenían los técnicos". Ante la acusación de "amaño de contratos" que le atribuyen declaró: "No tuve acceso nunca a ningún contrato", ya que la que "fiscalizaba" los expedientes era Rita Barberá. 

El testimonio de Grau se suma al del resto del grupo municipal del PP de Valencia que prestó declaración ante la Guardia Civil como testigo de las presunta corruptela. Arantxa Martí, ex asesora de Grau, fue una de las primeras que destapó el asunto cuando se negó a donar los 1.000 euros que le pidieron porque "no le gustó el tema" ya que "era blanqueo claramente", tal y como explicó ella ante los medios. Grau puso en duda que ocurriera esta situación pero no la "honorabilidad" de la declarante, a la que también calificó como "cabal e íntegra". 

En cualquier caso, "eso pasó cuando yo ya no estaba en el Ayuntamiento" dijo Grau, que se mostró dispuesto a colaborar con la justicia "como el primero", aunque está cansado de que se meta "a todos en el mismo saco" y advirtió que quizás "nos llevamos la sorpresa de que no hay tantos culpables".