Un juez admite la querella de la farsante de los dedos rotos contra la Policía

Toda España sabe que Marta Torrecillas mintió cuando acusó a la Policía de haberle roto uno a uno todos los dedos de una mano durante el referéndum ilegal del 1 de octubre, y hasta denunció haber sido víctima de tocamientos sexuales por parte de los agentes.

No en vano ella misma tuvo que reconocer en TV3 que había inflado la historia. Pero a pesar de haber quedado como una farsante, como la protagonista de uno de los grandes bulos independentistas del 1-O, un juez ha decidido ahora admitir a trámite la querella que presentó Torrecillas contra la Policía.

En concreto, una por presunto delito de lesiones y contra la integridad moral con agravante de odio, motivación ideológica y de género.

Se trata del magistrado titular del Juzgado de Instrucción 7 de Barcelona, el mallorquín Francisco Miralles Carrió, cuyo juzgado investiga los incidentes ocurridos durante aquel día en 26 colegios electorales de Barcelona. Entre ellos, el Pau Claris, donde se encontraba Torrecillas.

Alerta Solidària, colectivo que lleva su representación legal, ha explicado que ésta aún no ha sido citada a declarar, a la espera de que el juez reciba un informe de los Mossos d'Esquadra con una recopilación de todas las imágenes grabadas en este centro de votación.

No obstante cabe recordar que los propios Mossos están en el punto de mira de la Justicia por su actuación aquel día, acusados de actitud indiferente y, en casos, negligente. 

El testimonio de Torrecillas sirvió para que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y otras personalidades que apoyaban el 1-O, entre ellas Pep Guardiola, denunciaran la supuesta brutalidad policial. 

Tras conocerse que había mentido hasta el diario británico The Guardian se disculpó con sus lectores y con España por haber dado credibilidad a su testimonio.