Pedro Sánchez promete el oro y el moro a Ciudadanos pero se calla el gran fraude

Si Albert Rivera le hubiera pedido a Pedro Sánchez que le bajara la luna, el socialista también le habría prometido que lo haría. Seguro. El líder del PSOE compareció este lunes para dar el sí quiero a las condiciones de Ciudadanos para un acuerdo de legislatura. Primer paso para presionar al PP o a Podemos a la abstención que necesita de alguno de los dos para que prospere su investidura.

El problema es que Sánchez ha incurrido en un fraude clamoroso, y él lo sabe. Porque la petición de C´s pasa por una reforma exprés de la Constitución imposible sin el Partido Popular, que tiene la mayoría absoluta en el Senado. Y Mariano Rajoy ya ha dicho de todas las formas posibles que no cuenten con él para nada. 

En concreto el socialista ha accedido a suprimir las diputaciones provinciales para crear "consejos provinciales de alcaldes"; eliminar los aforamientos para diputados y senadores, limitar a dos las legislaturas del presidente del Gobierno; revisar el Consejo General del Poder Judicial; y reformar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que su tramitación requiera 250.000 firmas y no el doble como ahora.

"Cuando hay voluntad de cambio, hay voluntad de acuerdos", sostuvo solemne Sánchez, dispuesto a llevar su engaño hasta las últimas consecuencias. De entrada este miércoles convocará al Comité Ejecutivo Federal del PSOE para aprobar la pregunta que se le hará a la militancia socialista en la consulta prometida por el secretario general sobre los pactos.

Rizando el rizo, la tarde continuó con una reunión -la segunda en dos días- entre PSOE, Podemos, Compromís e IU y, en paralelo, otra entre Ciudadanos y dos representantes del PP. En concreto el portavoz y el secretario general del grupo parlamentario en el Congreso, Rafael Hernando y José Antonio Bermúdez de Castro.