Sierra Nevada pone el telón blanco a la Alhambra y brinda la foto más deseada

La ciudad de Granada exhibe belleza todo el año, pero es justo en este momento cuando ofrece su imagen más icónica y emblemática. La panorámica de la capital andaluza con el conjunto monumental de los palacios de la Alhambra y el Generalife alzándose sobre una colina que domina la ciudad es una de las más buscadas por los turistas que llegan desde todo el mundo, pero ha sido este fin de semana cuando la instantánea se convierte en todo un espectáculo.

Las últimas borrascas este fin de semana en las montañas más altas de la península, Sierra Nevada, han dejado las cumbres completamente blancas, con un manto que se convierte en telón de fondo perfecto del monumento y esta es la fotografía más deseada que persiguen capturar los viajeros.

Una gran nevada deja esta espectacular estampa y prolonga la temporada de esquí

¿Desde dónde se consigue esta fotografía?

La pregunta que se hacen aquellas personas que no conocen Granada o que realizan su primera visita a la ciudad es: ¿Desde dónde se consigue esa bellísima instantánea? Y hay un lugar clave para ello: el mirador de San Nicolás. Aunque existen numerosos miradores desde dónde se divisa el monumento con la urbe a sus pies, este al que hacemos referencia deja sin habla al que se asoma y fijará una imagen en su retira, quizás, para el resto de su vida.

Para llegar al mirador de San Nicolás, el más turístico y concurrido de todos, habrá que subir por las callejuelas del barrio del Albaicín, recorriendo sus escalinatas donde cuelgan macetas de las rejas de sus casas tradicionales (Cármenes) y se salpican plazoletas donde hacer una pausa en la ascensión.

Ya arriba encontraremos una plaza con una iglesia del mismo nombre, aunque seguramente pocos la miran con atención, porque en dirección contraria atrae con un magnetismo total la Alhambra con el manto blanco de Sierra Nevada. Aquí se dan cita turistas, granadinos y muchos músicos y vendedores que convierten este enclave en un lugar animado en el que comtemplar la belleza de nuestra historia.