A la base militar sevillana han llegado cuatro grandes bombarderos de las fuerzas aéreas estadounidenses, argumentando que la seguridad en el "escenario global" requiere "un acercamiento".
La base de Morón de la Frontera (Sevilla), situada en el término municipal de Arahal y cuyo uso comparten Estados Unidos y España sigue siendo un lugar estratégico para las acciones militares en Europa, donde el clima bélico por la guerra en Ucrania va escalando. Así, las Fuerzas Aéreas estadounidenses han desplegado cuatro grandes bombarderos estratégicos de ala de geometría variable modelo B-1B en la base de Morón.
Este despliegue ha sido acometido en dos tandas, con el aterrizaje el pasado 24 de marzo de una primera pareja de aviones de bombardeo supersónico B-1B en Morón, procedentes de la base de Dyess, en Texas (Estados Unidos); y los dos restantes aviones el pasado 27 de marzo, también procedentes de Texas.
🔴 ÚLTIMA HORA | Los dos bombarderos estratégicos estadounidenses interceptados por un MiG-31 ruso el pasado domingo, despegaron desde la Base Aérea de Morón, en Sevilla, España.
— ECSaharaui (@ECSaharaui__) March 27, 2024
El Ministerio de Defensa ruso anunció el domingo 24 de marzo la intervención de un caza MiG-31 para… pic.twitter.com/1XQZKu2s0X
El propósito de este despliegue de estas cuatro aeronaves de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos es "incrementar la interoperabilidad y garantizar los compromisos de seguridad en el área de responsabilidad del comando europeo de Estados Unidos", según las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos En Europa.
El comandante de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos En Europa, el general James Hecker, ha manifestado al respecto que "el escenario global de seguridad requiere un progresivo acercamiento y continuaremos afrontando este reto a través de un planeamiento estratégico y operaciones innovadoras". Según este alto mando de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, situar bombarderos estratégicos en dicho continente es "clave para asegurar" los países aliados de Estados Unidos y los compromisos de este último "en la seguridad y estabilidad" de la región.
Bombardero estadounidense B-1B.
Este despliegue, según precisan las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, supone una parte rutinaria de un plan táctico a gran escala diseñado para este año 2024, que abarca "docenas de ejercicios separados y actividades militares, bajo múltiples comandos de combate, que permitan entrenar con (países) aliados y mejorar el entendimiento (militar) compartido, la confianza y la interoperabilidad en retos de seguridad a lo largo del planeta".
En cualquier caso, este importante despliegue llega después de que a finales de 2021, Estados Unidos trasladase de la base de Morón de la Frontera a Italia su fuerza militar de reacción rápida en África.
Tras ello, KBR, la sociedad adjudicataria del contrato de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África correspondiente a los servicios de ingeniería civil, apoyo logístico, salud e higiene industrial de esta base, acometía en 2022 un expediente de regulación de empleo (ERE) destruyendo 49 puestos de empleo de la plantilla civil de estas instalaciones militares, cuyo uso comparten Estados Unidos y España.
El comité de empresa de los mencionados servicios civiles de la base de Morón, recordémoslo, lleva años denunciando insistentemente una supuesta estrategia predeterminada de sustitución del personal español por profesionales estadounidenses o directamente militares de dicho país.
No sobra recordar tampoco que KBR formaba parte de la sociedad Vinnell-Brown & Root Spain (VBR), adjudicataria entre 2010 y 2015 de este mismo contrato de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa para la base de Morón.
Y es que durante sus años de gestión de los servicios civiles de la base de Morón de la Frontera, cuya superficie corresponde al término municipal de Arahal, VBR acometió hasta tres expedientes de regulación de empleo desprendiéndose de un total de 240 trabajadores, en su inmensa mayoría españoles, durante un periodo marcado por cierto por el crecimiento de la presencia militar estadounidense en la base.
Por eso, la plantilla lleva años reclamando una modificación del tratado bilateral de defensa entre Estados Unidos y España que regula el funcionamiento de dicha instalación militar, al objeto de que sean incorporadas mejoras laborales para los empleados civiles y garantías en materia de mantenimiento del empleo, apostando especialmente por una equiparación con la plantilla civil de la base aeronaval de Rota (Cádiz).