Cada vez se van conociendo más sustancias imprescindibles para mejorar nuestra calidad de vida
La luteína es un compuesto químico que se encuentra en plantas, algas y bacterias protegiéndolas de los efectos de los rayos solares, y aunque nuestro cuerpo no la produce, sí está presente de forma natural en la retina, y más concretamente en la mácula a la que, lo mismo que a las plantas, protege de la acción del sol.
Con el paso de los años, la cantidad de luteína de nuestros ojos va disminuyendo por lo que estos se hacen más sensibles a la luz y corremos el riesgo de sufrir enfermedades visuales. Por lo tanto, es importante ingerir a diario una cantidad suficiente como para proteger nuestros ojos y nuestra vista antes de que comience a degenerarse
* Previene las cataratas: Con el paso de los años, los cristalinos, que son las lentes naturales de nuestros ojos, se vuelven opacos y aparecen las cataratas. La luteína, al protegerlos de la luz solar, retrasan ese desgaste que provoca un efecto niebla y que es tan frecuente en personas de una cierta edad.
* Reduce el riesgo de glaucoma: cuando el sistema de drenado de ojo deja de funcionar, el fluido intraocular se atasca provocando un aumento de la presión ocular lo que puede conllevar daños muy graves en el nervio óptico. La luteína actúa como estimulante del drenaje previniendo esos peligrosos atascos
*Mejora la visión nocturna: La retina, que es la capa más sensible a la luz solar, también se beneficia de la acción de la luteína. Si aportamos a nuestro organismo la dosis que necesita, conseguiremos mejorar nuestra vista cuando hay poca luz.
* Nos protege de los efectos nocivos de los rayos del sol: La luteína es una gran antioxidante, así que además de ser un seguro contra el cancer de piel, retrasa la aparición de arrugas y manchas.