Es el momento de que pruebes el mindfulness para niños para conseguir que puedan descansar correctamente cada noche y empezar el día con energía
Mindfulness para niños: Si tus hijos no descansan lo suficientemente bien, es la hora de probar una serie de métodos que podrán ayudarte a ti y a ellos.
Los niños son una fuente incansable de energía. Como cada día, necesitan sobrellevar la rutina, las clases y las diferentes actividades pueden pasarles factura en el sueño de cada noche.
Así como el pilates en el embarazo ha podido ayudarte considerablemente, el mindfulness para niños es todo lo que necesitas para hacer que tus hijos y tú descanséis. Sin llantos ni lloros por la noche.
Si consideras que tu hijo no duerme lo suficiente, estás en el sitio adecuado. Debes saber que la falta de sueño afecta seriamente a la salud. A lo largo de los años, los estudios han hecho especial hincapié en la falta de sueño de los niños y los adolescentes, afirmando que necesitan dormir, al menos, nueve horas cada noche.
El sueño es una de las partes más importantes del bienestar físico y mental de cualquier infante. Dormir bien permite que la mente de los niños se relaje y recupere a lo largo del día.
Es por ello que debes tener en cuenta los nuevos métodos que ayudan a mejorar los patrones de sueño de los más peques de la casa. Descubre cómo funciona el Mindfullness para niños.
Los problemas de la falta de sueño en niños pueden tener efectos negativos en el comportamiento y el rendimiento de los niños. También puede causar una serie de problemas que afecten a su día a día y a su crecimiento.
El Mindfullness es uno de los métodos que se instauran, cada vez más, en las escuelas de diferentes países del mundo. Se recomienda encarecidamente tanto para los niños como para los adolescentes.
Uno de los objetivos que tiene el Mindfullness para niños es la posibilidad de brindarles habilidades para poder desarrollar la conciencia de sus experiencias internas y externas. Se busca que sean capaces de reconocer lo que sienten y lo que piensan y el efecto que surge en el cuerpo, de manera que puedan controlar sus impulsos.
Además, se pretende que desarrollen su inteligencia emocional y alcancen un mayor bienestar mental.
La infancia es una etapa un tanto delicada y ningún niño pasa por ella de la misma forma. Los traumas pueden surgir y ser difíciles de superar, por lo que los eventos o hechos estresantes pueden tener un efecto negativo en la salud y el bienestar de los niños.
El Mindfullness para niños está pensado como un escudo protector, a nivel psicológico y cerebral, capaz de contener los efectos negativos de situaciones delicadas.
También este método está considerado como una de las herramientas óptimas para potenciar la atención en niños que sufren TDAH, reduciendo los impulsos y mejorando la concentración.
Para comenzar la meditación para niños antes de dormir, debéis estar relajados y dispuestos a realizar los ejercicios sin distracciones. Estos son algunos de los consejos que puedes poner en práctica antes de dormir a los peques.
Una vez realizado el proceso, debes devolverlos de ese estado de meditación de la misma forma en la que los sumergiste. Con voz pausada y tranquila, sólo debes
Para realizar meditación para niños antes de dormir, puedes tener en cuenta una serie de ejercicios que seguramente serán de gran ayuda. Por otro lado, debes tener en cuenta unos consejos antes de ponerlo en práctica.
Las actividades Mindfullness para niños pueden realizarse a partir de los dos años de edad. Lo ideal es empezar poco a poco, con ejercicios breves pero con atención máxima en esa tarea.
Una vez se establezca una rutina, lo mejor es ir aumentando un poco los diferentes ejercicios y hacerlos de entre 5 y 10 minutos. Estos son algunos que puedes poner en práctica para iniciarte en el mundo de Mindfullness.
Ejercicio de la rana: El principal objetivo de este ejercicio de Mindfullness para niños es respirar profundamente. Puede realizarse a partir de los 4 años y es considerada una de las técnicas básicas y fundamentales a la hora de practicar este método, ya seas adulto o niño.
El ejercicio consiste en imitar a una rana, por lo que debes explicarle que las ranas saltan y son impulsivas, pero que también son capaces de observar todo lo que ocurre a su alrededor manteniendo la calma.
Para ello, debéis sentaros el uno frente al otro, pidiéndole que respire imitando a la rana. Es decir, debe coger el aire por la nariz e inflar su abdomen y soltarlo por la boca de forma lenta. Para hacerlo más ameno, puedes darle explicaciones de cómo es el estanque en el que os encontráis o lo verde que es la hoja sobre la que os apoyáis.
Lo recomendado es comenzar con unos pocos minutos para, posteriormente, alargar el ejercicio hasta los 5 o 10 minutos. de esta forma podrá aprender a respirar profundamente y le provocará un estado de calma generalizado, sincronizando el ritmo cardíaco al cabo de los 8 minutos de práctica.