Para cada vez más personas, septiembre es el mes que realmente indica el inicio de un nuevo calendario. Dejamos atrás el ocio y el descanso continuado para entrar de lleno en la rutina: el trabajo y la escuela.
Como en cualquier proceso de cambio, nuestro cuerpo y mente requieren una adaptación tanto física como mental. En este contexto, donde a menudo percibimos este cambio como algo desfavorable, la transición puede presentarse como un desafío adicional, que ensombrece los aspectos beneficiosos de la vuelta a nuestros hábitos diarios, por lo que es fundamental fomentar el pensamiento positivo.
En el ámbito laboral, el fin de las vacaciones a menudo trae consigo grandes expectativas, una lista de proyectos y buenos propósitos para el nuevo ciclo, pero también pueden surgir algunos temores e incertidumbres. Es lógico añorar las vacaciones, pero “una cosa es volver con pocas ganas y otra tener ansiedad por esa vuelta. Es normal sentir que estamos mejor durante las vacaciones, pero si la sensación es excesiva deberíamos revisar los motivos y tratar de subsanarlos junto con nuestros empleadores”, afirman desde el equipo de psicólogos de Affor Health.
Pensando tanto en los trabajadores como en las empresas, a las que de nada sirve un empleado desmotivado, la compañía, experta en promover el bienestar psicosocial de las personas en las empresas y organizaciones, propone algunos consejos para iniciar este nuevo periodo con actitud positiva:
Vuelve a casa unos días antes de retomar el trabajo y así poder reanudar las rutinas de sueño y orden de casa. Permítete ir entrando poco a poco en tu día a día; no olvides los buenos hábitos que has conseguido en vacaciones, como desplazarte en bicicleta o andando y mantener una buena higiene del sueño, que permiten un buen estado tanto físico como mental. No olvides estos hitos logrados y conseguirás estar más optimista y ofrecer una mayor productividad.
Elabora tus propias “autoinstrucciones positivas” para abordar las sensaciones negativas y transformarlas en soluciones que te ayudarán a hacerlas. La planificación y gestión de nuestro horario son aspectos clave para nuestro bienestar. Para ello, optimiza tu tiempo y agenda las tareas sin olvidar que lo urgente no siempre es lo más importante. Aprende a gestionar descansos, tanto durante en tu jornada laboral con breves pausas como planificando pequeñas escapadas de fin de semana que te generen ilusión.
La parte humana y de relación con los compañeros es otro aspecto fundamental para que la vuelta al trabajo sea más agradable. Recuerda que el cuidado mutuo facilita la creación de espacios de bienestar y confianza. Un ambiente de trabajo positivo es un claro indicador de la felicidad laboral.
Y por último, el consejo más importante de todos: el trabajo se queda en el trabajo. La desconexión laboral es fundamental para que la mente se oxigene, se recargue y afrontemos el día siguiente con nuevas energías.
Cada vez son más las empresas que entienden que de sus equipos depende tanto el buen funcionamiento diario como la cuenta de resultados, y que invertir en medidas de bienestar laboral facilitan la conciliación y la desconexión . Sin duda esta es la mejor manera de retener el talento y mantener la productividad. ¡Feliz regreso!