Pilar Eyre analiza los gestos de desprecio de Doña Letizia al príncipe "infiel"

Aunque ya ha pasado más de una semana, la portada de Lecturas con las fotos del príncipe Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova siguen dando mucho que hablar dentro y fuera de nuestras fronteras.

Mientras continúan las teorías sobre las filtraciones interesadas y el heredero de la corona danesa y su mujer, Mary Donaldson, intentan comportarse con normalidad, este miércoles el ojo que todo lo ve de Pilar Eyre fue un poco más lejos en su blog de la revista para analizar algo que tal vez pocos detectaran: los gestos de desprecio de la Reina Letizia. 

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Y es que a los Reyes de España la cazada in fraganti de Federico les pilló de viaje de Estado en Dinamarca... algo que hizo que las imágenes de marras fueran más comentadas todavía.

Según la periodista especializada en Casa Real, durante las apariciones públicas que hicieron después de las fotografías Doña Letizia se mostró de lo más cercana con la princesa Mary de Dinamarca: "Habló amigablemente con ella, buscaba su mirada constantemente en un gesto de apoyo y complicidad, y físicamente se mantuvo todo el rato muy cerca de la princesa, una forma de mostrar su apoyo".

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Eyre fue aún más gráfica: "Mary, que iba como una noble francesa camino de la guillotina con el pelo cuidadosamente despeinado, se arrojó a los brazos salvadores de Letizia, que la acogió amorosamente y la sostuvo largo rato, como si fueran amigas íntimas, con esa solidaridad entre mujeres que hace tan grata la vida".

Nada que ver con Federico, que a su juicio, "dejaba vagar su mirada errática por el salón, primero fue a saludar a Letizia, pero como vio que estaba ocupada con su mujer, se dirigió al Rey que, al advertir su embarazo, pareció compadecerse de él y le dedicó un saludo al estilo de compañeros que celebrasen un gol juntos".

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En el relato de Eyre, "Letizia, que ya había dejado de abrazar a Mary, hizo uno de esos gestos suyos que dan tanto miedo: pasó de la sonrisa al mohín avinagrado en medio segundo, y saludó con frialdad al príncipe culpable. Y ese fue todo el contacto que tuvo con Federico".  

Pero la cosa no quedó ahí. "El besamanos fue duro, Mary solo hablaba con la tía Benedicta y Letizia tampoco le dirigía la palabra a Federico, en medio de las dos", aunque, "de todas formas, lo peor fue la cena, que se celebró en un salón del museo. El protocolo sentó a Federico al lado de Letizia ¡nunca se ha visto algo así desde que a Sofía la pusieron al lado del político que había echado a su hermano del trono! Letizia no miró ni una sola vez a su avergonzado compañero".