El 'antídoto' de Isabel Pantoja para hacer frente al supuesto vudú de Zaldívar

La reaparición de Maite Zaldívar ha puesto de actualidad aún más a Isabel Pantoja, por si no tenía bastante con la ofensiva de su hijo Kiko Rivera. Zaldívar recordó en 'Sábado Deluxe' cómo la aparición de la tonadillera arruinó su vida. Incluso la calificó de ser una "gafe", un asunto que no quedó en mero chascarrillo, pues se ha hablado entre bromas y veras de que ha habido magia negra por medio.

En concreto, fue Jorge Javier Vázquez quien aireó, apoyado en el testimonio de Chelo García Cortés, que Maite Zaldívar usó el vudú para hundir la carrera de la tonadillera. “Ella me robó mi vida”, admitio Maite, pero rechazó que usara magia negra para maldecir a su enemiga: “yo creo que ha sido al revés".

Maite Zaldívar, sin piedad con Pantoja: se ha quedado sola "porque se lo merece"

Zaldívar insistió en insinuar que la artista es gafe, que sólo trae mala suerte, de ahí que jugara a tratarla de 'innombrable’.

La acusación contra la exmujer de Julián Muñoz, no obstante, ha quedado ahí y en el periódico ABC han echado mano de un especialista en la materia, el tarotista y vidente, David Trivin. Conocido por su relación con muchos famosos, Trivin asegura que las víctimas de vudú “sufren un gran cansancio, no pueden dormir, con dificultad para respirar, con mucha ansiedad. Lo peor es que todo sale mal en la vida, no salen los proyectos profesionales, tienen broncas con su entorno familiar y sus amistades.”

Según Trivin, unos de los signos más evidentes de que se está sufriendo esta suerte de mal de ojo es “la caída del cabello”.

¿Y qué se puede hacer para contrarrestarlo? El vidente explica que cualquiera que sea víctima de alguna práctica de vudú o magia negra debe darse un baño de lo más especial: “Durante siete días debe bañarse con agua bendita de siete iglesias distintas, añadiendo siete hojas bendecidas de laurel y los pétalos de siete flores blancas, además de un puñado de sal gorda y un chorro de colonia fresca con dos gotas de amoníaco. Esa semana, deberá dormir con un crucifijo y unas tijeras abiertas debajo de su colchón.”