| 21 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Rocío Carrasco está atravesando difíciles momentos
Rocío Carrasco está atravesando difíciles momentos

Las lágrimas de Rocío Carrasco ante el último golpe inesperado de su familia

Entre rosas y espinas discurre el destino de la hija de Rocío Jurado. Hace diecisiete años que la tormenta gira a su alrededor. Todo empezó cuando se divorció de Antonio David Flores

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La de Rocío Carrasco no es una existencia plácida. Lejos de lo que sobre ella se ha comentado, se esconde una mujer que lucha por solucionar un contencioso que dura 17 años. Todo cambió tras su separación de Antonio David. Lejos de llegar a un entendimiento, se convirtieron en los ex peor avenidos del universo rosa. Y ahí empezó una telenovela que se sirve por capítulos en los que la hija de la Jurado no sale demasiado bien parada.

¿Por qué no habla Rocío? Quienes la conocen aseguran que sigue en su línea, que sean los tribunales quienes den o quiten razones. Evita pronunciarse sobre sus hijos. Es un tema que solo habla con Fidel. Mientras tanto, Rocío y David Flores cada vez están más unidos a su padre. En este sentido, Rociíto ha perdido la partida. Se necesita tender puentes y volver a empezar. ¿Es su tan comentada cabezonería la que le impide volver a empezar con sus hijos? Pero ahora se avecinan nuevos enfrentamientos. Su tío José Antonio ha arremetido contra ella de forma inesperada. Se reabre la herida. Es el golpe inesperado.

Cuando su padre falleció, Rocío se quedó rota. La viuda de Pedro Carrasco expresó que padre e hija no se hablaban desde hacía meses. En el fondo del asunto, Fidel Albiac. Al boxeador no le gustaba la pareja de su hija. Escuchaba cosas que no eran de su agrado. Poco a poco, se fue creando un muro de silencio entre los dos que ya no estuvieron a tiempo de derrumbar porque la muerte lo impidió. Y Rocío Carrasco, lloró, lloró mucho por las oportunidades perdidas.

La enfermedad de Rocío Jurado fue un duro mazazo para su hija mayor, que estuvo al pie del cañón. Sabía que no había nada que hacer. “Lo que yo tengo se llevó a tu abuela”, le comentó la chipionera a Rociíto. Ese adiós supuso un vació en el corazón imposible de llenar. Los problemas derivados del legado de la cantante y el hecho de que se encerrara en sí misma, en vez de compartir su dolor, fueron el inicio de la ruptura con los Mohedano. No hay posibilidad de reconciliación. Rocío tiene un carácter muy fuerte y es difícil convencerla de que no lleva razón.

Siendo niña, Rocío Carrasco acusó la ausencia de su madre. Aunque la artista tenía una máxima, no más de cuatro semanas sin ver a su hija, Rociíto la echaba mucho de menos. En esos años, convivía con su padre y su abuelo. Los tres en Villa Jurado. Era una niña sonriente que ya se guardaba para sí misma lo que sentía. Y así entró en la adolescencia. Se sentía madura para gestionar su vida pero no lo era. Y entonces conoció a Antonio David, y se enamoró. Se quedó embarazada y se casó. De aquella Rocío queda una imagen artificial con lentillas de colores y vestida, peinada y maquillada como si tuviera quince años más.