Isabel Pantoja, muy enfadada con su hija por el pulso a su madre biológica

Chabelita se ha propuesto dejar sin resuello a Isabel Pantoja, quien ya no da crédito ante las cada vez más peregrinas ideas que su hija teje en su cabeza para ganar algo de dinero. Lo cierto es que a la tonadillera no le ha hecho ninguna gracia que Isa pusiera rumbo a Perú. La verdad es que se enteró del destino al mismo tiempo que el resto de los mortales. La protagonista lo niega. Se comprende, pues juega con ventaja y sabe que su madre jamás va a salir a desmentirla. Es más, a pesar de los pesares, pues es mucho lo que lleva aguantado la cantante, siempre la protege.

No hay quien se crea a Isa cuando dice que no percibió ni un sol por la entrevista concedida a Cuéntamelo todo, espacio matinal de la televisión peruana al que acudió. No es que su caché fuera muy alto, pero existen pruebas que confirman que hubo transacción económica. Se ignoran los motivos por los que la joven ha pedido al programa que desmienta esta información y que provea a quien pregunte con la versión de que accedió a cuenta de un viaje pagado para conocer su país de origen.

Enterada Pantoja de la entrevista que su hija iba a conceder, creyó que no abordaría el tema de su madre biológica, tampoco el de sus días en prisión. Sin embargo, Isa volvió a hacer de su capa un sayo. Y sí, habló de su madre biológica para decir que no tenía el menor interés en conocerla, que no le pareció bien que, en su momento, hubiera dado declaraciones a los medios y sentenció que su única madre es la tonadillera. Y es aquí donde surge el malestar de la artista, pues Isa ha mencionado a Roxana Luque y eso hace que ésta tenga ocasión de volver a la palestra para hablar de los motivos por los que tuvo que entregarla en adopción. Todo indica que Roxana está decidida a explicar su verdad. Los días en que tenía miedo de que su hija la denunciara, tal como amenazó, son cosa del pasado.

Los problemas continúan en Cantora entre Agustín y doña Ana con Chabelita, que confesó en Cuéntamelo todo que su familia se reduce a su madre, su hermano y su prima Anabel. Diferencias irreconciliables las que separan a la niña de su tío y su abuela. Quizás un día explique lo que la verdad esconde en un asunto sobre el que solo se han dado un par de pinceladas pero que tiene mucho mar de fondo. Y mientras Pantoja está tocada y hundida, su hija se dedica a la dolce vita en Lima. Frecuenta las discotecas de moda y se levanta tarde. A su lado, Alejandro Albalá. Hay que ver con la que liaron con el divorcio, pues, nada, ahora están más unidos que nunca.