| 27 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Griezmann celebra uno de sus goles en el Betis - Atlético de Madrid.
Griezmann celebra uno de sus goles en el Betis - Atlético de Madrid.

El Atlético no pasa olímpicamente de la Liga: gana con un doblete de Griezmann

Los colchoneros se impusieron por 1-2 al Betis en Heliópolis con dos tantos del delantero francés, uno de ellos olímpico, mientras que Fekir recortó distancias para el conjunto verdiblanco.

| Alberto Marrero Deportes

El Atlético de Madrid se impuso por 1-2 al Betis en el Benito Villamarín tras otra actuación muy buena de Antoine Griezmann, que anotó los dos goles de los colchoneros. El primero de ellos fue un gol olímpico y en el segundo batió con un caño a Rui Silva después de una jugada colectiva en la que participaron varios compañeros. Joao Félix tuvo minutos y con él sobre el campo los verdiblancos recortaron distancias e hicieron sufrir a los hombres del Cholo Simeone en los últimos minutos.

Tarde de puro ambiente futbolero la que se vivía en el Benito Villamarín. Los aficionados del Real Betis no fallaron y presentaron un ambiente espectacular para recibir a un Atlético de Madrid que llegaba empatado a puntos con los verdiblancos. Con ambos conjuntos peleando por un puesto de Champions League el partidazo estaba asegurado.

En el once que sacaba el Cholo Simeone había varios cambios respecto al que sacó en el empate ante el Rayo Vallecano. Oblak regresaba a la portería y en defensa no había novedades: Nahuel Molina, Giménez, Savic y Reinildo. Los grandes cambios estaban en la medular, ya que ni Rodrigo de Paul ni el lesionado Lemar salían de inicio. Kondogbia estaba acompañado de Witsel y Saúl y Correa aparecían abiertos en banda. Como hombres referentes, Morata y Griezmann. En el combinado de Pellegrini destacaba la suplencia de Nabil Fekir y la ausencia de Canales por sanción.

El partido comenzó a un buen ritmo y el duelo táctico de el Ingeniero Pellegirni y el Cholo Simeone se impuso por encima de la técnica de los futbolistas. De hecho, en los primeros 45 minutos sólo hubo un tiro a puerta que llegó pasada la media hora del choque en el que Borja Iglesias puso a prueba a un Jan Oblak que detuvo bien en dos tiempos ese disparo potente y bajo del Panda.

El cuadro local se sentía mejor en el campo. Disfrutaban de la posesión de balón, les costaba menos salir jugando al toque desde su campo y en tareas defensivas cumplían muy bien con esa presión alta a la defensa y a los pivotes colchoneros. Al Atlético, por su parte, le costaba dar varios pases seguidos y Morata ni la olía, al igual que Griezmann o Correa no eran capaces de llevar balones al área de Rui Silva.

En mitad de ese duelo táctico volvió a suceder lo que lleva siendo noticia en las últimas semanas en los campos de España. El partido se detenía unos minutos porque un aficionado necesitaba asistencia. Sería bueno saber si esto está ocurriendo ahora con más frecuencia o antes pasaba habitualmente y ni nos enterábamos.

Mientras Joao Félix y Carrasco veían el encuentro desde el banquillo, al Atlético le faltaba chispa. Correa no es el mismo cuando sale de inicio a cuando es usado como revulsivo. Es como ese niño gamberro que sabe comportarse y guardar la compostura delante de un mayor, pero que cuando está solo se desata. Es lo mismo con el argentino, cuando sale de inicio es discreto, pero si entra en la segunda parte es capaz de revolucionar cualquier partido.

Susto y reacción

Con el 0-0 se llegó al intermedio y el Cholo tendría que hacer algunos ajustes para que el Atlético pareciese el Atlético. El bonaerense no hizo cambios en el descanso y a los dos minutos se llevaron un buen susto. De un córner a favor de los rojiblancos nació un contragolpe en el que Reinildo cometió uno de sus primeros fallos de la temporada. Despejó mal y Borja Iglesias se plantó solo ante Oblak. Molina llegó para molestarle y en el rechace Luiz Henrique batió al esloveno. Por fortuna para visitantes y desgracia para los de Heliópolis, el VAR indicó que el Panda se encontraba en fuera de juego.

El gol anulado debió asustar a los rojiblancos porque reaccionaron rápidamente. Correa volvió a fallar la primera ocasión clara del Atlético, un déjà vu de lo que ocurrió hace dos años en este mismo escenario cuando se marchó llorando por todas las que perdonó. Pero el consuelo es que su oportunidad acabó en un córner que acabaría dentro de la portería. Fue Griezmann, que hizo un gol olímpico que no pudo detener Rui Silva porque parece que Saúl le había despistado al intentar cabecear el balón.

Casi a la hora de juego el Cholo metía a Cunha por un Morata que sigue explotando cada vez que le dan alguna patada y los colegiados no enseñan ni tarjeta. Recibió una amarilla por protestar y acto seguido fue sustituido. Con lo que había costado adelantarse en el marcador Simeone no quería correr el riesgo de que un acto impulsivo del madrileño acabase en una expulsión.

Fue mejorando el Atleti en la segunda mitad y Griezmann tuvo gran culpa de ello. El francés encontró más movilidad entre líneas e hizo jugar a los suyos. El francés está recuperando su mejor versión y eso lo agradece, y mucho, su equipo.

Como decimos, Griezmann juega y hace jugar. No pasó mucho tiempo para disfrutar del segundo de la tarde en una triangulación colectiva en la que participaron Nahuel, Correa y Cunha asistiendo al delantero de Macon, que definió con un cañito a Rui Silva para marcar el segundo y encarrilar el encuentro. Eso sí, quedaban 20 minutos por delante y si hay un equipo capaz de lo mejor y de lo peor es este Atleti.

Fekir recorta distancias

Simeone metió piernas frescas y Joao Félix tuvo sus minutos, 15 más concretamente, igual que Carrasco. Se marcharon Correa y Griezmann para descansar para la próxima final que tienen en la Champions League contra el Leverkusen. Desde el 0-2 el Atlético de Madrid optó por dar el balón a su rival y defenderse, por lo que el luso no tuvo demasiadas opciones de lucirse arriba, pero vio tumbado detrás de la barrera cómo Fekir metía un golazo de falta desde la frontal del área e infundaba el miedo en el cuerpo a los rojiblancos a falta de 5 minutos.

Esos 5 minutos más los 4 que se añadieron sumaban diez de sufrimiento. Comenzando el descuento no obró Oblak el milagro, sino que los astros se alinearon para que un remate de Álex Moreno a bocajarro se estrellase en el larguero. Llegó respuesta colchonera por medio de Joao Félix, pero Rui Silva metió una mano providencial, pero el luso no tuvo que lamentarlo porque dos minutos después se escuchó el pitido final y los suyos se llevaban los 3 puntos para la capital de España.