| 15 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Pedro Sánchez y Juan Espadas, en julio en Sevilla
Pedro Sánchez y Juan Espadas, en julio en Sevilla

Pedro Sánchez y Juan Espadas deben una explicación a Andalucía y a toda España

Los socialistas andaluces, pero también Sánchez, le deben una explicación, una disculpa y quizá algo más a Andalucía y a toda España por la herencia que han dejado allí.

| ESdiario Editorial

 

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se comprometió a auditar la larga época de gestión socialista en la Comunidad más poblada de España. Y lo hizo incluso antes de tomar posesión, impulsado por el necesario ejercicio de transparencia que, sin la menor duda, le pedían los andaluces y en buena medida impulsó el cambio.

Solo con el bochornoso caso de los ERES, el ejemplo de corrupción institucional más lamentable de la larga historia de España en este capítulo, era suficiente para sospechar que la impúdica confusión entre el PSOE y la Junta de Andalucía estaba repleta de escándalos, derroches y bochornos sin parangón.

 

Y todo ello se ha ido confirmando con la auditoría al sector público emprendida por Moreno y respaldada al unísono por PP y Cs, de la que estas dos últimas semanas se han ido conociendo conclusiones pasmosas: del despilfarro al clientelismo, pasando por la incompetencia y la politización; la Administración paralela montada por Chaves y continuada por Griñán y Susana Díaz es un escándalo continuado que no puede quedar en el mero reproche electoral y estético.

No solo para el nuevo líder socialista andaluz, Juan Espadas, que seguirá siendo deudor de esa oscura época si no establece una ruptura clara con el pasado y se suma al necesario deseo de esclarecer todos los hechos y establecer las oportunas consecuencias: que él no estuviera allí no equivale a que pueda olvidarse sin más del bochorno.

Si el PSOE se dopó en Andalucía y fue el mayor granero de votos en toda España, las explicaciones son inaplazables

Pero también el PSOE nacional, con Pedro Sánchez a la cabeza: buena parte del éxito electoral de este partido ha dependido, durante años, del granero de votos andaluz. Y es razonable afirmar que, si es maquinaria estaba dopada con dinero público, sus beneficiarios no pueden mirar para otro lado.

Sánchez y Espadas deben explicaciones

En todos los casos, pero especialmente en el de un líder que justificó su moción de censura en el afán de transparencia y regeneración que él decía encarnar y que, a la postre, no ha sido más que una excusa inane para lograr en los despachos lo que no obtuvo por dos veces en las urnas. Si una sentencia menor le sirvió para desalojar al PP de Moncloa, ¿cómo no va a tener que explicar el dumping electoral espurio que su partido ha disfrutado durante lustros?