Propósito de 2024: no olvidar

Arranca un nuevo año a la vez que prácticamente arranca la legislatura más atípica de la historia democrática española por la manera en la que Pedro Sánchez ha llegado al poder.

No solo porque es la primera vez que el candidato del partido perdedor logra ser investido sino, sobre todo, por cómo y con quién lo ha conseguido. Sánchez es presidente mintiendo y engañando a los votantes y gracias a sus alianzas con delincuentes de diverso pelaje: un condenado por terrorismo como Arnaldo Otegi, un indultado por sedición como Oriol Junqueras y un prófugo de la justicia como Carles Puigdemont.

A todos ellos tiene que ir pagando la factura de la investidura, comenzando con la ley de amnistía que el propio Pedro Sánchez calificaba de inconstitucional antes del 23J. Esa ley supone que España reconoce que no hubo delito en el procés, que se extralimitó en su respuesta y que pide perdón por todo ello.

Es evidente que no es el único pago. Acabamos de asistir a otro tan grave como ese: la entrega por parte del PSOE de la alcaldía de Pamplona a los herederos de ETA. Y veremos muchos otro como un referéndum en Cataluña. Ahora Sánchez lo niega, exactamente como antes negó la amnistía y antes los indultos.

El PSOE y el propio Sánchez confían en la mala memoria de los españoles para superar todas estas barbaridades que el líder socialista está dispuesto a cometer a cambio del poder. Otras veces le ha dado resultado. La amnesia colectiva ha salvado al Sánchez que no podía dormir con Podemos en el Gobierno y al Sánchez que jamás haría descansar la gobernabilidad de España sobre partidos independentistas.

Esta vez ha ido mucho más allá con la amnistía y con los pactos con los proetarras y eso no puede olvidarse sin más. Si hacemos borrón y cuenta nueva nos mereceremos como país todo lo más lo que nos pueda pasar. Pedro Sánchez debe pagar en las urnas su desvergüenza, su corrupción política. Primero debe pagar en las elecciones previstas ya para este año: gallegas, vascas y europeas. Y luego, sea cuando sea, en las elecciones generales.