| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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¿Y si enviamos el Titanic a Saturno?

Conectamos la más rabiosa actualidad con hechos históricos que tal vez expliquen por qué el hombre progresa y se equivoca sin recordar que ya lo hizo todo.

| El Semanal Opinión

Que la historia se repite es tan cierto como que la memoria es quebradiza y el ser humano tiende a estrellarse contra la misma piedra varias veces. En esta sección vamos a bucear periódicamente en la historia para enlazarla con la actualidad, en un hilo conductor lleno de licencias que evidencia que casi todo ya lo hicimos, lo vivimos, lo padecimos o lo disfrutamos.

En esta sección enlazaremos lo que ya pasó con lo que está pasando a través de juegos con la historia real

Nos hemos puesto un collar distinto, tal vez, pero no hemos dejado de ser nunca algo perros para lo bueno y para lo malo. En los primeros días de abril hemos visto escaladas bélicas, muertes sonadas, hallazgos importantes y una variada demostración de poder, de grandeza y de miseria. Nada nuevo, como se verá a continuación.

Un 'Trump' prusiano

El 1 de abril de 1815 nació en Berlín Otto von Bismarck, cuyo discurso e intenciones le hermanan, salvando el espacio y el tiempo, con el político más célebre del momento. Como Trump, el bueno de Bismarck dedicó su vida a fundar una Nación fuerte, imperial, introspectiva de algún modo y a la vez expansiva: quería una gran Alemania como Donald quiere unos Estados Unidos hegemómicos, con los americanos como única prioridad y las ideas liberales como objetivo a derribar. Autoritarios y militaristas ambos, el fundador del Estado alemán moderno terminó destituido por el emperador Guillermo II, aunque su huella permanece en su país y tal vez, doscientos años después, en la mentalidad del magnate inquilino de la Casa Blanca.

El origen de la moneda única

Mientras Europa anda a tortas a cuento del Brexit, con el euro como paradigma de todas las tensiones y también de las soluciones, un lejano 2 de abril de 1792 en Estados Unidos ya daban la razón a quienes ahora, en Bruselas, se desgañitan defendiendo la moneda única: aquel día, bajo la presidencia George Washington, el dólar fue declarado unidad monetaria nacional. La cara del mítico Padre de la Patria, el primero de todos ellos, sigue estampando los billetes yanquis, epítomes de la prosperidad mundial. Aquí es difícil imaginarse un billete de diez euros con la faz de Jeroen Dijsselbloem, y no será por falta de careto: al menos valdría para pagarse todas esas rondas de copas y mujeres que según el lumbreras consumen el dinero prestado al Sur de Europa. Y fue en Italia, precisamente, donde el mismo día de 2005 murió Juan Pablo II, el George Washington europeo por su contribución a unificarla en la democracia ayudando a hacer caer muros y telones de acero.

 

Stalin manda, Maduro lo intenta

Ahora que Maduro intenta retener el poder a toda costa, perpetrando incluso la inhabilitación de su Parlamento y de todos sus rivales, conviene recordar a sus hermanos mayores, mucho más duchos en el discutible arte de mandar sin dar explicaciones y sin tolerar rivalidades. Un 3 de abril de 1922, un tal Stalin accede a la secretaría general del Comité Central del Partido Comunista de Rusia, tal vez el mayor trono que ningún emperador sin título haya tenido nunca. Criado en las enseñanzas de Lenin, el nada sutil georgiano resumió sus andanzas con una frase recogida por Martín Amis en el demoledor retrato que hizo de la némesis de Hitler: "Un muerto es un drama, veinte millones, una estadística". Y aún mejoró esa cruel cifra. Maduro, y no será probablmente por falta de ganas, se conforma de momento con miles de represaliados, heridos y exiliados, tal y como denuncia la poco liberal Amnistía Internacional.

 De la OTAN a la madre de todas las bombas

El 'pepino' lanzado por Estados Unidos para atizar de lo lindo al ISIS en Afganistán no se explicaría del todo sin una fecha de abril de 1949 que vio nacer a la luego todopoderosa OTAN. Entre la firma del presidente Truman y el botón accionado por Trump hay 68 años de diferencia y, pese al recelo de algunos hacia la NATO, el mayor periodo de paz en Occidente aun con las tensiones de la Guerra Fría. Veníamos de dos guerras mundiales, un holocausto nazi y otro estalinista y el mundo aún no temía al fundamentalismo islámico que ahora ocupa todos los desvelos de quienes entonces fundaron, en Washington, la Organización Tratado Atlántico Norte.

Buscando lejanas fronteras

En estas fechas de 1912 partió el mayor buque nunca construido, un prodigio de tamaño, peso y tecnología que tomaba su nombre de la más ancestral mitología: el ínclito Titanic surcó las aguas una vez para estrellarse contra el hielo y escribir una leyenda bien distinta a la soñada pero, tal vez, más duradera. Un siglo después, el mismo impulso humano de trascender fronteras ignotas impulsó a la NASA a lanzar la sonda Cassini, capaz de descifrar un enigma científico y casi místico sin estrellarse contra los anillos de Saturno: allí puede haber vida. Y no necesariamente la de Leo di Caprio y Kate Winslet transportados de la cubierta del barco a la sala de mandos de la aeronave. Aunque aquí, como allí, el ser humano también gravitaría.

 

 Por estas mismas fechas de hace 50 años murió asesinado un tal Martin Luther King. Una lástima que, felizmente, no se puede trasladar al presente en ningún otro personaje de categoría. Crucemos los dedos, pues y sigamos teniendo sueños.