| 23 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Guardiola, rodeado de demócratas, en la celebración de su medalla de plata por la imitación del Dalai
Guardiola, rodeado de demócratas, en la celebración de su medalla de plata por la imitación del Dalai
Exclusiva

Guardiola gana un premio por imitar al Dalai Lama

Sólo Puigdemont pudo superarle con su imitación de Luther King, en un concurso que ganó en su día Artur Mas en el papel de Mandela. Puigdemont presidió el jurado, compuesto por él y un gato.

| El Pato Cojo Opinión

Pep Guardiola quedó segundo en el concurso anual de imitadores de líderes por la paz que, patrocinado por la Generalitat de Cataluña, se celebra cada año en Sitges.

Su emulación del Dalai Lama le procuró al extécnico del Barça la medalla de plata, tras una vibrante lectura de un manifiesto que defendía la emancipación de Olot del yugo imperialista de China.

Puigdemont ganó imitando a Luther King, rozando la mítica actuación de Mas con Nelson Mandela

En su favor obró tanto el dramatismo puesto en la actuación como el parecido físico con el líder tibetano. A este respecto, la organización aconsejó a Guardiola que, mientras lo intentaba de nuevo, podría participar en el Certamen Internacional de Cabezones 'Villa de Albalate' donde, opinan, obtendría un puesto en el pódium sin problemas.

El ganador fue el propio convocante del concurso, Carles Puigdemont, con una performance en la que él mismo se transformaba en Martin Luther King dirigiendo a 100.000 catalanes hacia la libertad en la Marcha de Selma i Geltrú.

Lenin y Podemos

Puigdemont, presidente de un jurado compuesto por él mismo y un gato, consideró "impecable" su propia actuación, "la mejor desde aquella de Artur Mas y Nelson Mandela".

En tercera posición quedó el dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, por su "impresionante parecido" con Lenin, según el acta del jurado, que valoró la presencia del líder morado como un guiño de apoyo al concurso lo suficientemente generoso "como para olvidar que Lenin no era del todo pacífico y tenía sus momentos genocidas".