| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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PSOE: nadie se fía de nadie

Con el PSOE partido en dos, el recelo entre las familias es tan evidente como el intento de dar una apariencia de integración pero no a cualquier precio: lealtad a cambio de supervivencia.

| Antonio Martín Beaumont Opinión

 

El entorno de Pedro Sánchez ha dedicado las últimas horas a transmitir mensajes de tranquilidad a los cargos del partido. Como reconocen afines y críticos, el secretario general se ha legitimado, sus pronósticos se cumplieron, y está en su mano afianzarse. Sin embargo, un presidente autonómico muy lejano a Sánchez avisaba en conversación privada de que “el PSOE está literalmente partido por la mitad”.

El PSOE está partido por la mitad. Y aunque Sánchez venda integración, sus puntas pueden irrumpir en los Congresos regionales

De ahí, seguramente, que ya en su primera comparecencia en Ferraz el líder renacido abandonase el discurso de “outsider” así como el relato contra las élites del PSOE que atropellaban a las bases. Él sabe que su contundente victoria ha generado “desconcierto” interno. Y, también, por supuesto, ha desatado los nervios entre los barones que han apoyado con entusiasmo a Susana Díaz y que a estas horas desconfían de que el jefe de filas “electo” incorpore a la mitad de la formación que tuvo enfrente.

Porque la derrota de Díaz ha sido también, al fin y al cabo, la de seis presidentes autonómicos, dos ex presidentes del Gobierno y un 70% de los cuadros, que veían en la vuelta del sanchismo el fin del PSOE. Sánchez se impuso en bastiones como Extremadura, Aragón o Castilla-La Mancha y arrasó en la Comunidad Valenciana o Asturias, todas ellas con líderes volcados con la andaluza.

Y si durante la campaña no jugó a debilitar a esos barones, no es descartable que puntas de lanza suyas, como el valenciano José Luis Ábalos o la asturiana Adriana Lastra, puedan irrumpir en los congresos regionales. Sin duda. De hecho, las organizaciones territoriales se mantienen a la expectativa. Eso sí: como se avisa desde el círculo del nuevo secretario general, “Pedro va a tratar de cuadrar el círculo consciente de que la organización difícilmente aguantará media convulsión más”. 

Aparentemente, la estrategia de Susana Díaz va a ser la de replegarse a sus cuarteles de invierno en San Telmo para rumiar, sin prisa, su estrategia, aunque sin descuidar las vías de agua provocadas por los sanchistas, con Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, a la cabeza.

 

La división, en una imagen: Javier Fernández y Pedro Sánchez, antes del debate

 

Al silencio se han aplicado dos de los más irreductibles críticos de Sánchez, Javier Lambán y Emiliano García-Page. “La cabeza del presidente está en la gestión de la región”, subrayaron círculos cercanos al castellano-manchego al tiempo que despejaban de actos su agenda de este lunes.

La prudencia ha sido, es y será la actitud de Javier Fernández, presidente de la Gestora, aunque nunca ha ocultado su falta de sintonía con Sánchez. El asturiano, en cualquier caso persona cabal y sensata, está de salida. Este lunes se refugió tras los muros de Ferraz. En sus manos aún está organizar el Congreso Federal, en coordinación con el secretario general electo.

Sánchez 'perdonará' a los barones, pero antes les exigirá lealtad a la nueva dirección

El valenciano Ximo Puig ya ha verbalizado el cierre de filas. Mientras, Sánchez mira la mejor manera de “tender puentes” a Guillermo Fernández Vara, que ya se ha comprometido a ayudarle. El extremeño tuvo su preferencia por Díaz, pero nadie le acusará de una entrega ciega a las conveniencias de la andaluza.

Sánchez, señala la misma fuente, “va a esforzarse para unir al partido, pero con la exigencia por delante de recibir lealtad para su nuevo modelo”.

El recién elegido líder ha comenzado este lunes una intensa ronda de contactos telefónicos. Entre sus interlocutores, Pablo Iglesias. La mano tendida y la promesa de fluidez en sus relaciones vuelven a formar parte del argumentario de uno y de otro, que tienen en el PP a su “enemigo” común.

Sánchez se marca como una de sus tareas prioritarias hacerse con las riendas del Grupo Socialista, hasta ahora mayoritariamente en su contra. Con el hándicap de no tener escaño. No obstante, cuenta con que la bancada se recolocará y cambiará de bando en busca de la supervivencia política (“Nada como la fe del converso para coser”, se apunta).

Tiene la complicidad del PSC y la más que probable ayuda de Patxi López para reconfigurar la actividad parlamentaria. De momento, con la castellano-manchega  Isabel Rodríguez como portavoz interina. Más adelante, suenan con fuerza en las quinielas para ocupar el cargo de portavoz dos de sus más estrechas colaboradoras: Adriana Lastra y Susana Sumelzo.