| 19 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro y Pablo, una pareja con futuro: hubo química
Pedro y Pablo, una pareja con futuro: hubo química
Exclusiva

Pablo le pidió un besito a Pedro

El amor surgió, hubo miradas, muchas, pero sin roces. La primera cita de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias terminó sin un beso aunque ambos afirman, ilusionados, que esta vez "vamos en serio".

| El Pato Cojo Opinión

Hubo química. Mucha. Y miradas, todas. Pero ambos son conscientes de su pasado doloroso y no quieren repetir esos errores. Prefieren ir poco a poco, conscientes de que la pasión no se va a extinguir y que merece la pena cuidar el fuego que arde en sus almas.

Esta vez van en serio y no quieren que nada lo estropee: la contención se impone a la pasión, para llegar intactos al día clave

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se quieren, salta a los ojos, y en su primera cita, discreta, tuvieron tiempo de contarse sus anhelos y frustraciones, una terapia necesaria para que el amor, que siempre estuvo ahí, prevalezca sobre los fracasos y las investiduras del pasado.

Esas miradas

"Vamos en serio, esta vez sí", lucían ambos en la mirada, y quizá por eso el encuentro apenas tuvo contacto físico. "Quieren respetarse, que nada lo estropee de nuevo, y llegar a ese día clave, otra vez, con las ganas intactas. Merecerá la pena esperar", explican fuentes del entorno de ambos dirigentes, coincidentes en que algo "muy bonito" está a punto de empezar.

Picarón

La contención pudo con el deseo, pero hubo momentos picarones. Al terminar la primera cita, y antes de emplazarse para un nuevo encuentro, Pablo intentó depositar un tenue beso en la mejilla de Pedro, apenas perceptible pero cargado de intención.

Y Pedro, en contrapartida, le devolvió un pellizo en el antebrazo, liviano también, pero anticipo de todo lo que puede venir.

La segunda cita, en la que podía pasar de todo ya, van a intentar tomársela con la misma calma. Y para que la llama incandescente no devore los tiempos parlamentarios, van a quedar esta vez con amigos, ilusionados por la relación y con ganas de participar en ella. Gabriel Rufián, Joan Tardá, Oskar Matute y el mismísimo Carles Puigdemont estarán ahí, apoyando, dejando que el afecto surja solo y ayudando a que sea rápido.

La espalda de Pablo

"¿Lo que más me gusta de Pablo? Su espalda, es un promontorio plurinacional, un circuito de Le Mans donde recorrer los instintos de la España del cambio", acertó a decir Pedro, ruborizado, al salir del encuentro.

"¿A mí de Pedro? Me gusta todo, pero destaco su entrega incondicional", dice seguro Pablo, con las risas emocionadas, silentes pero imparables, de Rufián, el padrino secreto de este reencuentro inolvidable.